Elías Chihadeh es socio fundador de AGroup Desarrollos Inmobiliarios, aunque su versatilidad lo llevó a abrirse paso en caminos muy diversos. Estudió y se graduó como arquitecto por la Universidad Nacional de Tucumán, incursionó en la hotelería hasta que llegó a ser vicepresidente de la Cámara de Hoteles de Salta en dos ocasiones. Fue vicepresidente del Colegio de Arquitectos, docente en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Católica de Salta (UCASAL), y actualmente preside la Cámara de Desarrollos Inmobiliarios de Salta (CADISAL). Está casado, es padre de tres hijos, y su sello distintivo es haber sabido complementar el estudio de arquitectura, la constructora, y los desarrollos inmobiliarios. No en vano Agroup ostenta haber construido 100.000 metros cuadrados de obras en la provincia de Salta, enfocados en edificios de vivienda, viviendas unifamiliares, diseño comercial y hotelería.
Entrevistado por Dossierweb, Chihadeh pone en valor los proyectos que AGroup tiene en marcha, como el parque logístico Sync y las viviendas universitarias UCamp, asume como un desafío construir en la zona del casco histórico, y confía que la minería transforme Salta como Vaca Muerta reconvirtió a Neuquén. Señala que el turismo cayó en Salta y volvió la estacionalidad, es optimista con la llegada de inversiones, y confía en que el segundo semestre mejorará la economía. Cuenta que ya llevan entregados 980 departamentos en un promedio de 19 edificios completos, y cree que si los bancos no ayudan, el sector del real estate tendrá que ayudar a que el salteño pueda invertir en ladrillos y llegar a la casa propia.
Especial Dossierweb
Chihadeh define a Porto, un desarrollo inmobiliario en San Lorenzo Chico, como un nuevo concepto de oficinas
– ¿Qué proyectos tiene AGroup actualmente en marcha?
– Estamos con tres proyectos. Sync es en el norte el primer centro de almacenamiento logístico y comercial, con locales de más de 300 metros cuadrados, hecho para inversores y para empresarios que quieran desarrollar sus productos en un predio de 4 hectáreas en la Circunvalación Oeste, con servicios modernizados, con tecnología aplicada a la carga, descarga, domótica seguridad, y rodeado de todos los servicios y con excelentes accesos. También estamos con la Universidad Católica trabajando en Ucamp. Son 140 departamentos, con el plazo de terminarlo en 30 meses. Estar dentro del predio es un plus porque la inversión está asegurada, al tener cautivo a prácticamente un 10 por ciento de la de la población, sea extranjera, de otras provincias o del interior. Y el tercer proyecto es Bernardino, que es más chico y está desarrollándose en la calle Rivadavia, en base al turismo corporativo y temporario, con detalles de terminación premium.
– Entregaron hace poco Joy Tower, una torre que exhibe sensibilidad, historia y resulta ser una propuesta moderna y funcional, dentro del casco histórico.
– Este es el tercer proyecto que estamos interviniendo dentro de la zona de la CoPAUPS (Comisión de Preservación del Patrimonio Arquitectónico Urbanístico). Cualquier desarrollador que piense desde lo comercial, se alejaría de un área histórica, porque tendría que hacer mucha intervención bajo la fachada histórica. En cambio, nosotros nos animamos a tener este tipo de desafíos de restaurar casas y fachadas que le hacen muy bien a la ciudad, a su imagen histórica, colonial, y atrás desarrollándose un proyecto turístico que es donde nos especializamos en los últimos cinco años, con seis proyectos que destinamos al turismo temporario.
Bernardino es una apuesta al desarrollo urbano que acompaña la calidad de vida e inserto en el macrocentro histórico
– ¿Cuáles son los otros edificios dentro del casco histórico?
– Andén, donde está La Cantera 2, el segundo coworking es Salta; Bernardino, que está sobre calle Rivadavia; y el otro es Usina, sobre el pasaje Zorrilla, en la zona de La Usina Cultura.
– ¿Cómo han vivido el fenómeno del boom inmobiliario, asociado al turismo y a la minería?
– Para nosotros, sacando la coyuntura actual de baja a nivel nacional, entendíamos que Salta está posicionada y creemos que va a ser seguramente una burbuja en la que tenemos que encapsularnos y poder trabajarla para que termine siendo un polo comercial y turístico como lo es hoy Neuquén, con Vaca Muerta. Si uno trabaja y las infraestructuras ayudan, creo que podemos lograr que Salta termine siendo una burbuja fuera de lo que es el contexto Argentina, con ingresos y actividades que antes Salta no tenía, como la parte corporativa y la parte corporativa comercial y que se fueron desarrollando gracias a la minería. Salta se estaba transformando, se frenó en este momento, pero creo que va a volver a explotar y los desarrollos inmobiliarios tienen que estar acompañando este salto, desde la educación bilingüe o trilingüe hasta desarrollos de viviendas en línea con lo corporativo, como es el caso de Porto.
– ¿Cómo estás viendo al turismo?
– Se está viendo una baja, un parate en el mercado. Hay muchísimos departamentos que hoy están en el mercado, y bajan en sus valores. Y eso es un dato notorio, de que el turismo está bajando de alguna manera muy sustancialmente y cayendo en la estacionalidad. Salta había roto la estacionalidad y había transformado al turismo en una actividad prácticamente anual. Y ahora, ya sea por cuestiones económicas o porque la gente viaja a otro lado, Salta está volviendo a tener determinadas fechas como fuertes.
El proyecto Sync son boxes productivos destinados a los nuevos desafíos que tiene las empresas por delante
– En este contexto, visto desde tu empresa ¿hay inversiones en Salta o se han reducido?
– Hay bajas en distintas actividades, pero también hay alzas en otras. Creo que el desarrollo inmobiliario nunca va a tener una baja sustancial porque es el único medio de ahorro fuerte que puede llegar a tener un inversor. Hoy hay distintas opciones. Se está abriendo un poco el crédito hipotecario. Se van a abrir las hipotecas divisibles, que puede abrir un abanico enorme para nuevos inversores o una nueva forma de ver el desarrollo, ya que va a habrá jugadores nuevos, tanto compradores como vendedores. Y creo que sí o sí nos tenemos que acomodar a la baja del número de inflación. Creo que eso logrará que se bajen los costos de construcción, pero sigo insistiendo que ese mercado de la inversión inmobiliaria es muy volátil y sigue estando.
– La interacción que tiene el desarrollador con el Estado es importante, por planos, servicios, infraestructura. ¿Cómo está esa relación hoy con el Gobierno provincial y nacional?
– Desde lo provincial es difícil, porque si no hay baja en los impuestos, mucha ayuda no hay. Nosotros nos manejamos con leyes nacionales, o por cuestiones económicas que se manejan desde el Ministerio de Economía de la Nación y no de la Provincia. Entonces, la Provincia, no puede más que facilitarnos burocracias o tratarnos de brindar ciertas facilidades en trámites. Es muy difícil que nos acompañe fuera de esas cosas. Igualmente, poco a poco vamos desarmando burocracia que nos permiten que todo sea más fluido, más rápido, no como antes, que se nos caía un proyecto por las demoras por la inflación y los tiempos de ejecución. Lo que estamos tratando de lograr es que se flexibilicen los préstamos, porque esto permitirá que aparezcan otros jugadores en este juego del desarrollo inmobiliario: nuevos empresarios, nuevos inversores que antes no podían entrar y ahora sí podrían. Esta es la ayuda que necesitamos de los gobiernos hoy en día.
Uno de los proyectos en marcha es UCamp, asentado en el predio de la UCASAL.
– ¿Cuántos departamentos y edificios llevan entregados?
– Llevamos entregados 980 departamentos en un promedio de 19 edificios completos. Y en este momento tenemos en ejecución unos 10.000 metros cuadrados anuales. Entre Sync y Ucamp tenemos eso.
– Con todo este impulso, ¿cómo mirás al segundo semestre en materia económica, tus expectativas, y leyendo obviamente la economía diaria, la macro y la micro también?
– Tuvimos un primer semestre complicado, pero creo que el segundo semestre viene con reglas más claras, y las elecciones de octubre nos va a llevar a decisiones políticas y económicas que hoy están flotando en el aire y no sabemos cómo se pueden llegar a resolver. Un contexto más previsible va a ser más propicio para que los bancos tengan más peso y presten plata a la gente, y con el campo también. Para nosotros es un sector fundamental porque sus inversiones vienen directamente a ladrillos. Creo que este año el campo hizo récord así que creo que también se va a volcar al desarrollo. Y con respecto al inversor final, vamos de la mano de los bancos. Y si no es el banco, nos vamos a acomodar para que ese inversor final pueda acceder sin muchos problemas con ahorros genuinos al departamento, a ladrillos.