El anticipo fue difundido por el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) que señala que las ventas de vino en el mercado interno cayeron 4,5% en 2008 respecto del año anterior, lo que representa un volumen de 10,67 millones de hectolitros. El sector se vio afectado por la crisis interna y externa y las condiciones climáticas de granizo y sequía hicieron variar además los indices de cosecha, que comenzará en los próximos días.
La mayor disminución se registró en marzo, mes en que se iniciaron los cortes de ruta: los despachos cayeron 27,9%, contra igual mes de 2007. Mayo y junio también fueron malos, con 7% y 10,4% de reducción, afectados por el reinicio de las protestas. En cambio, en julio el sector vivió un respiro –crecieron 9,8%– hasta agosto, si bien octubre y noviembre mostraron luego las caídas más pronunciadas, de 9,7% y 14,4%.
“Nos complicó más el paro de los transportistas por el conflicto del campo que la crisis internacional, ya que impidió abastecer temporalmente tanto al mercado interno como externo”, explicó Juan Carlos Pina, gerente de Bodegas de Argentina, entidad que nuclea al sector. Y aclaró: “En diciembre repuntó un poco, pero más que nada en la última quincena”. Pina aclaró que es difícil estimar si las caídas de octubre y noviembre se deben a un menor consumo real o “al temor de los canales de venta a comprar más stock, ya que estaban a la espera del impacto de la crisis”.
De hecho, diciembre fue positivo en apenas 1,5%. Distribuidores, supermercados y comercios postergaron sus compras hasta último momento, incluso una semana antes de las Fiestas, lo cual tornó casi impredecible el panorama para las bodegas.
“Aún no sabemos con certeza cómo será este año. La crisis tiene dos componentes, uno es la restricción del financiamiento, algo que no nos afecta, ya que nunca tuvimos crédito, y el otro es la reducción de la demanda. Hay que ver cómo se comporta, no va a ser un año catastrófico, seguirán las mismas tendencias actuales, creciendo los vinos de media y alta gama y cayendo los básicos”, comentó Pina.
La mayor preocupación de la industria continúa siendo la inflación. “Desde hace más de tres años crecen de manera sostenida los costos, y ahora será más difícil trasladar estos aumentos al público, ya que el consumidor está preocupado y controla más los gastos”, advirtió.
Menos producción
Faltan pocos días para que se inicie la cosecha y, junto a ella, la tradicional fiesta de la vendimia, que se realizará a principios de marzo. Las previsiones del sector estiman que esta cosecha de uva será 15,6% menor en todo el país que la de 2007 –utilizada como parámetro de “normal”–, con la reducción de 13,1% en Mendoza y 9,79% en Salta. Pero la más afectada es lejos San Juan, con una disminución de 25,4%. Heladas y granizo son las principales causantes de la baja en Mendoza, mientras que San Juan sufrió accidentes climáticos en departamentos de mucha producción, algo que seguramente impactará en la producción total de mosto del país