La empresa, Nucete, había dejado de exportar en mayo. Junto a otras empresas ya advertía, meses atrás, sobre como se reducía su capacidad para exportar a precios competitivos y las dificultades crecientes para conseguir mano de obra dispuesta hacer la zafra.
A eso se agregaron las represalias de Brasil por las trabas comerciales argentinas, lo que eliminó el principal mercado de las aceitunas producidas en el país. Aún así la empresa apela a un crédito al Gobierno nacional.
En La Rioja –una de las principales provincias productoras luego de que hace años se dispusiera una política de diferimientos impositivos– la principal empresa del sector, Agro Aceitunera, que comercializa la marca Nucete, dispuso cesar sus actividades, lo que deja a sus 550 empleados sin trabajo.
Al mismo tiempo, Finca La Liliana, otra aceitunera propiedad del empresario Samuel Liberman, despidió a 103 empleados, con la posibilidad de “reincorporarlos en febrero”.
Agro Aceitunera Nucete negociaba ayer con la Nación dos condiciones –un préstamo de
6,2 millones de pesos y la reapertura del comercio de esos productos con Brasil– para retomar sus operaciones.
De todas formas, la abogada de la empresa, Ruth Borda, aseguró que Nucete “está lejos de la quiebra” y que “hay voluntad de seguir adelante”, destacó La Voz.
Borda dijo que la empresa necesita el préstamo del Gobierno pero no está dispuesta a garantizarlo con su producción de aceitunas porque “es el único elemento que tiene la empresa para seguir trabajando”.
En cambio, Nucete propone poner como garantía cinco propiedades que posee en la zona, ubicada a unos 130 kilómetros al norte de la capital riojana.
Además, “necesitamos que se abran las exportaciones con Brasil, porque si no nos lleva a una catástrofe industrial y social” dijo la letrada.
Borda explicó que “el principal problema” que afronta la compañía es que no puede pagar los sueldos, algo que están reclamando los trabajadores “en su justo derecho”, dijo, y por lo que venían realizando paros.
