Nacido en tiempo de pandemia, el estudio de diseño de esta emprendedora fue creciendo hasta afirmarse en la Capital y desde hoy ofrece sus servicios en San Lorenzo Chico.
Janet Franco es una joven diseñadora salteña que se lanzó en forma independiente en el año 2020, cuando la pandemia nos obligó a modificar hábitos y a adaptar muebles y superficies a una realidad impensada, como fue la convivencia de toda la familia, todo el día y a toda hora en un espacio que, simultáneamente ofició el hogar, de oficina, de aula virtual y de espacio de juegos.
Hoy dos años después y luego de una etapa de expansión comercial y profesional, la emprendedora afirmó su actividad desde su estudio central, ubicado en Necochea 363 de la Capital y desde este mes en San Lorenzo Chico, con una segunda propuesta inaugurada en el local 9 del flamante Shopping “Punto”.
“El estudio de diseño que tenemos comenzó originalmente en pandemia, no solo con interiores de casas, sino también con interiores comerciales, identidades. Diseñamos desde el mueble que va a llevar la cocina, el living, el comedor, la medida de la mesa, con trabajos personalizados para cada cliente y la funcionalidad que va a tener y el estilo de vida que uno tiene”, sostiene Franco.
Agrega que “en tiempo de pandemia se trabajaba con muchas oficinas en casa o home office, diseñando mucho escritorio, sillas, sillones, adaptando las salas de estar para toda la familia; todo personalizado y a medida de cada cliente”.
Hoy la tendencia no se resume en un solo estilo, sino que requiere combinar desde un ecléctico industrial con estilo de molduras, desde un vanguardista moderno, en una mezcla de estilos que dependen del gusto de cada cliente.
Para ello se trabaja en ante proyectos con imágenes en 3D para que puedan ver su diseño en un render y así modificar el color o comprobar cómo va a quedar el espacio.
En cuanto a los servicios deben ser adaptados al planteo de cada cliente, que en ocasiones solo quiere renovar, o solo restaurar, o empezar con algo nuevo, “vamos con proyectos que cumplen las 3B –Bueno Bonito y Barato- y otras veces arrancamos desde cero con clientes exigentes”.
“Sobre todo en casas que empiezan desde cero y se pueden proyectar diseños desde el vestidor, pasando por la cocina, los muebles, las mesas, las sillas y todos los detalles que lleva una casa”.
Para muestra solo basta con ver el nuevo local, cuidadosamente presentado, con colores, muebles y objetos conjugados con armonía y buen gusto, que invitan a acercarse, recorrerlo, comparar con lo que tenemos en casa o en la oficina e imaginar soluciones de diseño, que solo tienen a la imaginación como techo.
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