El oro tocó un máximo en más de seis meses. Esta alza se atribuye a la debilidad sostenida del dólar y a la creciente percepción de una pausa en el endurecimiento monetario de la Reserva Federal, lo que ayudó al lingote a consolidarse por encima del nivel clave de 2.000 dólares la onza.
De esta manera, el oro al contado registró un aumento del 0,4%, a u$s2.009,65 la onza, tras alcanzar su máximo desde el 16 de mayo. Los futuros del metal precioso por excelencia en Estados Unidos ganaron también un 0,4% y llegaron a los u$s2.010,30.
Oro: los datos que observa el mercado
Según Bob Haberkorn, estratega de mercado de RJO Futures, es probable que el metal dorado se mantenga en torno a los 2.000 dólares hasta que la Fed ofrezca más información sobre su plan de tasas de interés. “El oro cotizará al alza si han terminado por el momento las alzas de tipos”, señaló.
Una baja de tasas reducen el costo de oportunidad de tener activos que no devengan intereses, lo que suele impulsar los precios del oro.
La atención de los inversores se centrará ahora en la publicación el miércoles de las cifras del PIB estadounidense del tercer trimestre y, un día después, del indicador de inflación preferido de la Fed.
En otros metales preciosos, la plata al contado trepó un 1,3%, a 24,62 dólares la onza; el platino cedió un 1,6%, a 915,44 dólares; y el paladio restó un 1,3%, a 1.055,24 dólares.