En este verano alocado donde algunos analistas se preguntan si La libertad ¿avanza? o si lo único que avanza es la licuación de los pesos, siguen valorando el sorpresivo programa de shock fiscal, pero hay mucha cautela, dudan si también avanza o no, se trata de muchas fichas para disciplinar las expectativas y que el mercado crea que el gobierno va por el equilibrio fiscal sin atajos. Es para el mercado una señal de que la disciplina fiscal no se negocia pero ¿cuánto no se negocia?, se cuestionan.
Y como prueba de que terminó el verano, son las convocatorias a encuentros virtuales y presenciales que lanzan gestoras y consultoras a clientes y colegas. Lo que están viendo es que la devaluación y la aceleración inflacionaria ahora se frenan. Dicen que vienen 3 meses muy calientes por lo que se debe definir, y de mucha licuación. Al respecto, los más avezados ponen el acento en el tema jubilaciones y dicen que cuidado con seguir licuándolas porque el horno no está para bollos. Hay disenso en el tema inflación, unos la ven desacelerándose otros más bien empinándose.
Mucho temor con el impacto de la recesión. Los últimos informes y reportes del exterior, incluso locales, auguran una caída del PIB de 2 al 3% este año, lo que tendrá impacto en la recaudación y por ende en las metas fiscales. Lo que mejor funciona es la ventanilla del BCRA que compra divisas como hacía tiempo no lo hacía, recomponiendo, en realidad, la posición de reservas netas, que siguen siendo negativas, pero en lugar de ir a -15.000 millones, las medidas del equipo económico las llevaron ya a -7.000 millones. ¿Cómo se explica?, dicen que es por el fuerte superávit comercial liquidado, donde 30% es más expo pero el resto es recesión y el nuevo esquema de pago de importaciones. Lo que se está viendo es que no es el agro la fuente de las divisas sino que el resto de los sectores que con el nuevo tipo de cambio real exporta y liquida más.
Hablando de licuación, si el BCRA sigue con la tasa de interés en el 10% todo indica que el ajuste lo hace la recesión para mantener una tasa real positiva. Hay también inquietud por el atraso cambiario proyectado según el crawling peg y la inflación futura estimada, por lo que rezan que prime la sensatez y se acelere la devaluación, antes que sea tarde. Hoy la economía está depurando el Plan Platita por lo que el PIB caerá más. Según calcula 1816 si se mantienen las tasas de los Pases y suponiendo la inflación proyectada del REM, hacia fines de mayo los pasivos del BCRA a precios constantes caerían a niveles del 2003. Veremos.
Mientras aún resuenan los ecos de la interesante Conferencia Anual de Perspectivas Globales del IIF que desató un perspicaz debate sobre las perspectivas económicas del 2024 y más allá, traders e inversores especializados en mercados emergentes se preparan para los próximos eventos internacionales, en el que se destaca el Foro de Invierno de EMTA en Londres en pocos días más, organizado por el JPMorgan, que tendrá además de a Luis Oganes (JPMorgan) y Brett Diment (Abrdn) como moderadores, las exposiciones de Gustavo Medeiros (Ashmore), Trang Nguyen (BNP Paribas), Luis Costa (Citi), Ed Parker (Ficht), Ishitaa Sharma (JPMorgan), Vicente Mira (Marathon), Rob Drijkoningen (Neuberger Berman) y Phoenix Kalen (Société Générale) quienes ofrecerán su visión sobre la dirección del mercado de los mercados emergentes.
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También tuvo mucha repercusión la visión del economista Alberto Ramos de Goldman Sachs, sobre el caso argentino quien citó al filósofo Sócrates diciendo que “El secreto del cambio es enfocar toda su energía, no en luchar contra lo viejo, sino en construir lo nuevo”.
Sobre si la nueva administración argentina podrá cumplir con su ambiciosa agenda de reequilibrio y reforma macro señaló que sí, pero solo parcialmente porque los desequilibrios macro y financieros son muy grandes. Si bien el nuevo gobierno ha presentado una ambiciosa agenda de ajuste macro, las débiles condiciones de gobernabilidad probablemente limitarán la capacidad de la administración de Milei para cumplir con su agenda de políticas audaces.
También se refirió al peligro de la hiperinflación y si habrá dolarización. En tal sentido señaló que no necesariamente será así pero espera una inflación anual de tres dígitos muy alta por un tiempo. El riesgo de una espiral de devaluación salarial-precio no es despreciable.
Fuente: Ámbito