Por lo pronto, si bien no anticipó que el gobierno de Javier Milei vaya a implementar medidas de protección como pide los industriales, expresó que “toda mejora fiscal que haya se va a destinar a baja de impuestos”, que es uno de los elementos que reclama el sector productivo.
El pedido de Berardi en público respecto del RIGI para pymes tiene una razón, y es que al estar orientado a inversiones de mínimo de u$s200 millones, deja afuera a las cadenas de proveedores que se pueden generar en el país. Para poder entrar en el juego de la grande, la empresa chica tiene que hacer sus propias inversiones en modernización de equipos, pero por importes muchos mas bajos.
El secretario de Industria recordó que en su actividad privada proviene de la industria textil, y por ello considera que comprende la realidad de las industrias, que en general, se molestan por los incrementos de impuestos, sobre todo a nivel provincial y municipal.
Por otro lado, y en referencia a los procesos de integración, dijo que “el Mercosur es uno de los bloques mas cerrados del mundo” aunque en ese sentido, se mostró confiado en que se pueda conseguir un acuerdo final con la Unión Europea para abrir ese mercado a productos del bloque con lo cual se podría romper ese aislamiento.
El “nearshoring” será importante en la región
Para los industriales siderúrgicos los cambios a nivel de la política global a partir del conflicto entre Rusia y Ucrania y el mas reciente entre Israel e Irán potenciaron una relocalización de los proveedores globales. Las grandes empresas ahora buscan que sus suministros sean mar cercanos y puedan llegar sin problemas. Y por ello se supone que América latina puede jugar un rol importante que le permita la industrialización de los países. El término que se usa ahora es “nearshoring” o “friendshoring” .
En ese sentido, desde la cámara empresaria, Berardi insistió en que gobierno a llevado adelante “una primera etapa” de reset de la economía a la que calificó de “exitosa”, sobre todo en materia de estabilización de la inflación a partir del ajuste fiscal. No obstante indicó que “con eso no alcanza” y que tiene que haber una “etapa 2” que permita la inversión y el crecimiento.
Al respecto, ratificó el planteo que hizo en la jornada anterior el presidente del grupo Techint, Paolo Rocca, en que “el tipo de cambio debe reflejar la propuctividad de las economías”. Básicamente, a partir de lo que determine la oferta y demanda de divisas del intercambio comercial y no por las variaciones que puedan provocar los flujos de capitales. De hecho, actualmente, la caída del precio del dólar blue y de los financieros está más relacionada con los flujos de capitales, que con los comerciales.
Berardi advirtió que en una segunda etapa de crecimiento, el gobierno requiere de proteger a las inversiones en la industria en contra de las importaciones desleales y que para ello debe aplicar “cupos, salvaguardas y aranceles” de exportación.
Rechazo a la exportación de chatarra
En otro aspecto, Berardi rechazó una iniciativa del ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, quien días atrás deslizó que piensa desregular la exportación de chatarra, un insumo que es clave para la industria siderúrgica argentina.
“Argentina importa el mineral de hierro de Brasil, porque el que tenemos es de baja calidad, por eso la chatarra es fundamental”, explicó el empresario, quien agregó que como el acero es completamente reciclable, además aporta al proceso de descarbonización de la economía.