Efecto rosa: crecen las acciones de Mattel por el éxito de taquilla de Barbie

La muñeca Barbie es el principal emblema de la empresa estadounidense Mattel, dedicada a la fabricación y distribución de juguetes. Si bien es uno de los líderes mundiales en su sector, registraban una caída progresiva en su índice de ventas, con un pico negativo en el 2015: facturaron menos de U$S 1.000 millones por la venta de la icónica muñeca, cuando su promedio anual ronda los U$S 6.500 millones. Sin embargo, la película estrenada en nuestro país esta semana parece haber transformado esa tendencia.

Según la agencia Bloomberg, las acciones de Mattel alcanzaron sus mayores niveles en casi cinco meses, en simultáneo con una caída brusca de los inventarios minoristas de la empresa por la fluidez de la distribución para la comercialización. Además, los analistas señalan incrementos en cuatro indicadores: ventas de juguetes relacionados, relevancia de la marca en la cultura pop a largo plazo, los ingresos por licencias de marca y las utilidades relacionadas a los derechos por la filmación de la película.

“Es probable que los problemas de ingresos y utilidades de Mattel se prolonguen en el segundo trimestre, pero la película, junto con los ingresos procedentes de la venta de artículos o juguetes relacionados, podría abrir la puerta a unos resultados mejores de lo esperado en el segundo semestre”, anticiparon desde la agencia financiera.

Los ingresos de la compañía por ventas habrían caído 19% interanual en el segundo trimestre del año, quedando sin ganancias, pero las perspectivas inmediatas son un ingreso de U$S 14.000 millones en seis meses, más del doble de su promedio anual.

El efecto de la marca también puede ser aprovechado por la compañía, ya que Barbie volvió a posicionarse como ícono pop a nivel global sin límites de edades, provocando consecuencias inmediatas en redes sociales: es trending topic en redes sociales y es la palabra más buscada en los market place.

La película tuvo su estreno este mes a nivel global, luego de una realización que costó U$S 145 millones y reunió a dos de los actores con mayor proyección de la actualidad (Margot Robbie y Ryan Gosling) con la realizadora multipremiada Greta Gerwig. Sólo en ventas de entradas la película ya recuperó casi la mitad de su inversión, con U$S 70,5 millones. En Argentina, la vieron 503.000 personas en dos días.