En el último quinquenio el costo salarial nominal en pesos del sector manufacturero aumentó más de tres veces. Denominada en dólares corrientes, el alza fue cercana a dos veces y media. Se debió a una política salarial expansiva, al crecimiento aún mayor de los costos laborales no salariales, y a una política cambiaría contenida.
La remuneración media bruta del sector, en efecto, se incrementó en 211% y los costos laborales no salariales en 248%. El tipo de cambio, por su lado, subió 35%. De ahí surge un fuerte salto nominado en dólares, tanto nominal como ajustado por la inflación mayorista de los EEUU.
Así surge de un análisis de SEL Consultores, el cual agrega un ajuste adicional: el de las ganancias de productividad laboral de la industria doméstica. "Definida como el volumen físico de producción por ocupado, desde 2006 la productividad laboral del sector creció 27%. Aún así, el costo salarial de la industria corregido por productividad medido en dólares constantes fue en 2011 un 57% más alto que hace cinco años (un aumento de 9,5% anual)", explica el trabajo.
De ahí que observa el informe dirigido por Ernesto Kritz que "la pérdida de competitividad originada en el desequilibrio entre los salarios y el tipo de cambio parece significativa. De no modificarse este desequilibrio, es probable que se acreciente".
Entre el precio y la cantidad
No se trata de un tema menor, habida cuenta de que los diversos sectores industriales comenzaron a registrar una abrupta desaceleración, más allá de la atípica caída en abril por efecto en gran parte de la carga de los feriados.
De ahí el retraso que predomina en el cierre de las negociaciones en paritarias, por cuanto los ajustes del tipo del que predominaron en los últimos años podrían derivar en un aumento de los despidos.
Los datos del Indec dieron cuenta de que ya en 2011 la mitad de los trabajadores debió trabajar menos horas que en 2010, de acuerdo con un análisis del Instituto de Estudios Laborales y Sociales de la UCES.
Fuente: infoba.com
