En el corazón gastronómico de Salta, inauguró Dosis, un café Atemporal con una innovadora propuesta no sólo por su café de especialidad y su pastelería artesanal, sino por su innovador concepto.
Dossier Web visitó el lugar y dialogó con Joaquín Pérez, su creador, quien hoy ve materializado un sueño de años. El local es grande y en él confluyen diferentes espacios, un sector de mesas, un living y un novedoso coworking. En el centro la imponente cefetera, donde se prepara el exclusivo café con granos brasileños.
Sentado en la mesa de coworking Joaquín cuenta cómo inició el proyecto que lleva adelante con su hermano, pero del que es parte toda su familia y su novia, “hace mucho soñé esta cafetería, en este lugar, intenté alquilarlo muchas veces y recién lo logré en febrero de este año”.
“Esta esquina está hace años sin alquilar, estuvo vacío como 8 años, yo crecí en la esquina donde hoy funciona de Sushi Go, era de mi familia, ahí viví con mis hermanos durante 18 años, yo conozco la zona, después me fui a estudiar a Córdoba pero siempre quise un café aquí”.
En el lugar funcionaba una imprenta, “pero solo ocupaban una pequeña parte de este local que es enorme. Tengo fotos desde el 2018, esta esquina es ideal porque hay mucha afluencia gastronómica y eso no es competencia, es positivo, quien sale a comer, se encuentra con este café”.
La competencia es sana, te obliga a ser mejor y el beneficiario son los consumidores
Cuando lograron el primer paso, alquilarlo, inició todo un proyecto para acondicionarlo que demoró seis meses, y una gran inversión económica, “faltaban muchos detalles, estaba muy descuidado, es una casa y hubo que hacer reestructuraciones, desde luz, agua, cloaca, hubo mucha inversión. No escatimamos en la inversión porque nos gusta la excelencia”.
Todo el esfuerzo valió la pena, y desde el 9 de agosto, que abrieron las puertas, no paran de recibir elogios, entre ellos una “vecina que trabaja en patrimonio y en la inauguración vino y nos felicitó porque hemos restaurado la fachada original, cuidando el patrimonio de la zona”.
Consultado sobre el concepto del lugar contó: “Tiene que ver con quienes somos, junto con mi hermano ambos trabajamos para empresas extranjeras y el hecho de viajar y llevarme la computadora para seguir trabajando, es algo que hacemos y es algo que Salta no lo tiene bien puesto. Este proyecto requirió una gran inversión, pero ambos amamos el café y particularmente este es un sueño para mí, no miré tanto los números, no me tiembla el pulso a la hora de gastar, porque lo que nosotros queremos es ofrecer un buen servicio, de buena calidad y un buen ambiente”.
Como todo proyecto, la elección del nombre fue un gran desafío, primero nació como bloque, “que no tiene nada que ver, era otro el concepto, lo cual terminó cambiando a Dosis, un día me levanté y me vino a la cabeza, además el nombre tiene un gran juego de palabras”.
Respecto a la selección del grano de café contó que se basó en dos principios único y exclusivo, “hemos seleccionado un grano de Brasil y pagamos su exclusividad, es único aquí, se asemeja mucho al tipo arábico, ataca mucho paladar, como apto para todo público, no es ni muy fuerte ni muy suave para que todos lo puedan disfrutar”.
La vajilla y el mobiliario fue otro gran desafío, su padre, ingeniero civil hizo un gran aporte con los muebles, y la vajilla incluso fue cambiada días antes de la inauguración; lo cierto es que han desafiado un sinfín de obstáculos para ofrecer una experiencia única en salta.
Finalmente aseguró que este no es su primer intento de emprender, sin embargo, decidió una vez más apostar todo por un sueño.