En el Precoloquio de Idea se refirió a la política económica de este Gobierno que “tiende a contener más que a solucionar los problemas de base”.
En el marco del Precoloquio Noa del Instituto para el Desarrollo Empresarial Argentino (Idea), el economista Dante Sica dio un panorama de la economía argentina de aquí a un corto y a un largo plazo. En el corto se destaca la incertidumbre y la falta de cambios hasta 2014 y en el largo el potencial del país en materia energética pero para lo cual ya hay que comenzar a transitar un camino.
En el panel que brindó en el Centro de Convenciones el pasado viernes dividió en dos claras partes la última década de gobierno kirchnerista en lo que refiere a economía. La primera corresponde a los cinco primeros años, entre 2002 y 2007. En su criterio estos fueron “los mejores” ya que en ese periodo hubo fuerte acumulación de reservas, fuerte creación de empleos en el sector privado y un gran crecimiento con baja inflación, entre otros factores.
En cambio, la segunda etapa se destacó por una pérdida del superávit fiscal en el sector energético, devaluación del tipo de cambio, control del dólar y crecimiento bajo con alta inflación. “Esta etapa apaga los motores del crecimiento”, se refirió y agregó que el Gobierno “tiende a contener más que a solucionar los problemas de base”.
El titular de la consultora Abeceb.com pronosticó que el rumbo de esta política se puede mantener pero hasta 2014 porque a largo plazo se producirá un desequilibrio. Tanto por la falta de autonomía en materia energética como por el control de las importaciones –que terminan afectando el crecimiento de la industria manufacturera- y la devaluación –“contener no es combatir”, dijo-.
Entre estos factores más un consumo que se desacelera y un crecimiento bajo y lento se está “condenando el crecimiento sustentable a mediano plazo”, sentenció. Y agregó que si se sigue así el gobierno tendrá que comenzar a sacrificar reservas.
Por estas razones consideró “que se viene un ciclo de crecimiento más lento” con una inflación contenida.
En el mediano y largo plazo destacó el potencial que todavía tiene la Argentina en materia de exportaciones, explotaciones energéticas y minerales. Para ello habrá que invertir en infraestructura –que tenga más en cuenta la salida hacia el Pacífico- y la presión impositiva tendrá que favorecerla producción.
Ángeles Mariño
