En medio de una creciente tensión con el campo tras un mes de cierre de ventas al exterior que expiró el domingo y de una inflación que no da tregua a la mesa de los argentinos, el Gobierno anunciará la prohibición de exportar siete cortes “populares” de carne con el fin de contener los precios de ese alimento.
Asado, matambre, vacío, cuadrada, falda, tapa de asado y paleta. Esos serán los siete cortes que no podrán venderse al exterior hasta fin de año, según confirmaron fuentes oficiales a LA NACION, solo horas antes del anuncio del Gobierno del nuevo esquema de exportaciones para la carne vacuna, tras un mes de cepo como consecuencia de la suba de precios.
El anuncio estará a cargo del ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y, además de la ratificación de los cortes populares, se conocerán los detalles sobre un nuevo cupo de ventas de carne al exterior (sería de un 50%, según fuentes de la industria) y un plan ganadero. Todo el sector fue invitado y hasta ayer a la tarde se debatía si las entidades que representan a los productores deberían o no asistir a la presentación de nuevas restricciones (ver aparte).
“Algunos cortes van a ser reservados exclusivamente para el mercado interno”, había adelantado Kulfas el fin de semana a Radio Rivadavia. “La idea es que podamos mantener algunos de los productos que se han dirigido al mercado externo en el mercado interno para aumentar la oferta”, señaló.
“Es uno de los temas que vamos a anunciar el martes [por hoy]. Algunos conjuntos de cortes de carnes van a quedar en el mercado interno y, a la par, vamos a ir generando una administración que permita garantizar el acceso al mercado internacional”, estimó el ministro de Desarrollo Productivo.
“Es una buena oportunidad para nosotros exportar más, pero siempre cuidando la mesa de los argentinos y garantizando que pueda haber carne accesible en los hogares de la Argentina”, agregó.
Las críticas del campo
Las nuevas medidas, que van surgiendo a cuentagotas, ya generan rechazo entre los productores agropecuarios. “No sabemos en qué va a consistir el anuncio, lo que realmente esperamos es que haya una apertura total y que comencemos a diagramar un plan de incentivos de mayor producción”, afirmó a la agencia internacional AFP Carlos Achetoni, presidente de la Federación Agraria Argentina (FAA).
“Si las medidas no son las que necesitamos en el sector ganadero, tendremos en puerta una protesta”, afirmó el presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Jorge Chemes. Las entidades ganaderas habían rechazado el cierre de exportaciones iniciado el 20 de mayo con un cese de ventas de 14 días en el mercado interno.
El Gobierno busca poner un freno al alza del precio de la carne, que aumentó un 76,2% en mayo en comparación con el mismo mes de 2020. La carne se benefició de una suba de su cotización en los mercados internacionales, lo que presionó al alza los precios internos.
En ese contexto, la inflación general acumuló 21,5% hasta el mes pasado. El aumento del precio de la carne impactó en el consumo, que se redujo de 69,3 kilos por persona por año en 2009 a 49,2 kilos en la actualidad, según información de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados (Ciccra).
El “cepo light”
La semana pasada, el Gobierno impuso a la industria exportadora la alternativa de salir del cepo con una reducción en los volúmenes del 50%, tomando como referencia junio y julio próximo. Quedarían exceptuadas las cuotas como la Hilton y 481 de carne a Europa, la de Estados Unidos (20.000 toneladas) y la carne de faena kosher para Israel y también algo para Estados Unidos. Sumando estas cuotas y ventas kosher, el 50% terminaría generando un mayor volumen. En rigor, se estima en el sector privado que, contra las 900.000 toneladas vendidas el año pasado, 2021 podría concluir con 610.000 toneladas, un 33% menos.
Estos cupos tendrían una revisión a los 30 días. Pasado ese tiempo se volverá a revisar lo que ocurra con los precios de la hacienda en el Mercado de Liniers y con la carne en los mostradores de las carnicerías. Los especialistas dudan de que haya un impacto significativo (ver aparte).
Por otra parte, el plan ganadero sumaría financiamiento vía el Banco Nación para aumentar el peso de la faena, de pasturas y forraje y de toros puros controlados; postergación de Ganancias por tenencia diferencial de kilos; la revisión de la ley de carnes, amortización acelerada, y crédito fiscal.
Por: Francisco Jueguen
Fuente: La Nacion