Mientras los estadounidenses se resguardaron de los efectos de la crisis financiera comprando títulos de la Reserva Federal, los salteños eligieron las propiedades como escudo de defensa. Sin embargo, la paralización podría llegar al mercado inmobiliario si persisten las trabas para acceder a los créditos hipotecarios.
Acceder a un crédito hipotecario se ha convertido en una misión imposible para muchos salteños ya que para acceder a 300 mil pesos (el valor promedio de una propiedad de buena ubicación), se necesitan ingresos cercanos a los 9 mil pesos. La cifra del mercado salteño no escapa a la realidad de otras provincias. Según un estudio difundido a nivel nacional, el valor promedio de la cuota de un crédito hipotecario en Salta supera las tres cuartas partes del ingreso promedio del sector privado.
A la escasez de créditos se suma que Salta no adhirió todavía a la línea Inquilinos 2 que lanzó la Nación y que permite subsidiar parte de la cuota aunque en este caso el endeudamiento hipotecario está destinado a personas con ingresos de entre 3.500 a 7.800.
