Hoy se celebra el día de las microempresas y pymes; sectores económicos que desde el inicio de la pandemia se han visto en el profundo desafío de sobrevivir a una crisis global para continuar en el mercado. Dossier Web dialogó con Jorge Bliman propietario de Franquicias, abogado y consultor quien aportó su mirada y experiencia para el empresariado salteño.
El conocimiento del mercado, un análisis FODA periódico y un buen manejo de la tecnología son pilares fundamentales para surfear dificultades y buscar no sólo la permanencia sino el crecimiento de cualquier negocio.
“Las crisis se vuelven oportunidades, pero a veces están tan escondidas que es difícil encontrarlas y aprovecharlas. Si partimos desde esto, lo primero que tenemos que entender es qué pasa con el mercado, porque cambia continuamente, son dinámicos de la misma manera que el consumidor”, asegura.
Jorge asegura que el comportamiento de los consumidores cambia todo el tiempo, sus preferencias, sus necesidades y gustos, al igual que la competencia.
“Las necesidades en términos de productos y servicios van cambiando, pero lo más importante es que nosotros también vamos cambiando, nada queda inalterable en el tiempo ni el mercado, ni los competidores, ni los productos”.
Si los empresarios no logran comprender ese dinamismo sostiene, que muchos podrían perder clientela y sus negocios no podrán crecer, sostenerse ni mucho menos expandirse.
“Es necesario observar, mejorar y buscar superar la competencia porque además hay que ir adaptando el producto a los cambios y aquí es importante la forma de comercialización y comunicación”.
Cada empresa nació con un sueño, un proyecto y Jorge invita a todos aquellos que están trabajando en ellos a no abandonar la observación y a desafiarse, salir de sus zonas de confort porque los movimientos que son cada vez más bruscos obligan a desarrollar constantemente las habilidades de adaptación y cambios.
“Todo esto resume la importancia de tener un análisis FODA, de fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas donde cada uno sepa en qué es bueno, qué oportunidades presenta el mercado, cuáles son las debilidades y de qué manera neutralizarlas”.
Asegura que uno de los errores principales es no realizarlos o sino hacerlo una sola vez, “esto es dinámico porque va cambiando en el tiempo, por lo que es necesario de las pymes y microempresas sepan que este análisis no debe hacerse solo una vez sino constantemente, y muchas veces cometen el error de no hacerlo, se recomienda que se hagan periódicamente para tomar buenas decisiones”.
La tecnología, una aliada
Las empresas necesitan de actualización constante y los cambios tecnológicos son una de las grandes variables de ajuste, es por eso que se necesita de empresarios hábiles y despiertos.
“La tecnología ha potenciado una democratización de la comunicación hasta hace algunos años la comunicación masiva era un atributo casi exclusivo de las grandes empresas por los costos, hoy permite que todos puedan comunicar de forma accesible”.
Si bien se trata de una herramienta accesible, es necesario adquirir las habilidades para manejarla, “con la tecnología se produce una globalización porque se ingresa en un segmento de competencia mayor de productos y servicios”.
Como todo avance tiene beneficios muy importantes como la tercerización de procesos, con menos gente se puede hacer más cosas, pero su mirada negativa es que está expulsando mano de obra cuantitativa.
Finalmente se refirió a la pandemia y a los cambios que trajo aparejada; considera que aceleró procesos que se esperaban de aquí a 10 años, “los procedimientos y protocolos que hacen al funcionamiento de una empresa tuvieron que adecuarse al nuevo contexto. Estos cambios propiciados por la pandemia llegaron antes de los previsto y sin anestesia, muchísima gente no tiene o no tuvo la capacidad de reaccionar y es por esto que es necesario detenerse, reconocerse y tomar las mejores decisiones”.
