Al igual que en otros sectores de la economía, a través de las fintech se pueden medir las consecuencias de la cuarentena. Juan Pablo Bruzzo, CEO de Moni y miembro de la Cámara Argentina de Fintech, analizó lo que dejará la pandemia, en base al comportamiento de los usuarios de la billetera virtual que dirige.
Moni ofrece distintos productos financieros. Si bien empezaron por préstamos, los servicios se ampliaron en el transcurso de sus seis años de trayectoria: sumaron la recarga de celular y de SUBE, el pago de servicios y por medio de tarjetas prepagas de MasterCard.
Bruzzo reconoce que el segmento de préstamos fue muy golpeado, en línea con el gasto exclusivo de los consumidores en los productos esenciales, pero apuesta a que, con la salida gradual de la cuarentena, la situación se normalice, y que, además, quedará una nueva costumbre, el uso de los medios digitales.
-¿Cómo impactó en el negocio la implementación de la cuarentena?
El impacto es muy distinto, dependiendo del modelo de negocio de cada compañía. En el caso de Moni, en préstamos vimos una caída fuerte, una baja en la demanda de lo créditos. Fue generalizado; en otros originadores de crédito también se dio.
-¿La gente no necesitó de créditos? ¿Fue por la asistencia del Estado?
No, tiene más que ver con el uso que se hacía de los créditos que otorgamos. Hubo una caída de la demanda en relación a que las personas, encerradas, consumen menos: no almuerzan afuera, no van al cine, no usan la SUBE, no hacen actividades extras más. Solo se dedicó a consumir lo básico indispensable.
-¿Y cómo era la demanda antes de la pandemia?
Nosotros no pedimos la información como algo obligatorio, pero hacemos encuestas, y era una mezcla. En general, como el préstamo de Moni es de corto plazo, es hasta 6 cuotas, y el promedio tomado era de 3 cuotas y el monto en torno $ 10.000, son sumas que se destinaban para eventos especiales; pagar una cuota extra del colegio, o el festejo de cumpleaños de un hijo. Hoy son todas actividades que no se hacen. Son esos créditos de uso eventual, no de uso cotidiano. De todas formas, creo que, en esencia, es positivo.
-¿Ve algún cambio de tendencia post cuarentena?
Sí, vemos cambios en el hábito a la hora de pagar de manera online. Este segmento fue el principal beneficiario, y es lógico que sea así. Los pagos digitales están en aumento. En nuestros distintos modelos de negocios, pagos con tarjetas virtuales (aunque también se puede pedir la versión física) está disponible en el momento. Aumentó mucho el volumen, de hecho, se duplicó, al igual que se duplicó el volumen de pago de servicios. Es lógico que nadie quiera tener efectivo en mano para hacer pagos, también para evitar largas colas. Fueron por canales digitales. En ese sentido hubo un fuerte crecimiento, y ya sea por desconocimiento o temor a lo desconocido, se animaron a hacer un cambio forzado por la cuarentena y es algo que probablemente quede como costumbre.
-¿Qué es lo que viene en pagos?
El pago con código QR creció masivamente; nosotros lo estamos por implementar. Se está trabajando en el mercado para que haya un estándar de QR, el objetivo es que cualquier billetera pueda leer cualquier código. Antes, dependiendo de la tarjeta, te daban un postnet, acá pasa lo mismo, ya con un solo sistema se van a leer todos. Hoy uno de los ganadores es esta herramienta y la modalidad se va a extender post cuarentena. Podríamos verlo en unos tres meses.
–En cuanto a la tendencia global, ¿a qué países miran como referencia?
En general miramos más lo que pasa en China o India, países con componentes más parecidos a los nuestros. En los Estados Unidos el uso de tarjeta de crédito es habitual, mientras que el nuestro, China o India, son mercados donde se usa mucho el efectivo, pagos que luego fueron migrando. El caso del QR fue más contundente. En general la tendencia es que todo lo digital va ganando sobre los métodos tradicionales. No obstante, en tecnología no está nada escrito, todo cambia con el tiempo. Hay que ser agnóstico ante las soluciones, pueden surgir productos que resulten más útiles; tal vez, ni siquiera el código QR es el futuro y sí lo es la tecnología NFC, que permite simplemente acercar el celular y hacer el pago.
Fuente: infotechnology.com