En ese sentido, el ministro le pidió al sector privado “más apoyo” para consolidar un “círculo virtuoso” de recuperación.
“El sector privado tiene que apostar en el modelo, confiar en los que estamos acá 100% por vocación de servicio. Tienen que saber que donde la economía empiece a crecer, nosotros le vamos a devolver esa plata en baja de impuestos. Ahora tienen un blanqueo tributario y de capitales, una oportunidad histórica para que regularicen la situacion de sus empresas, de sus empleados y sus situaciones personales”, indicó.
“Si seguimos en este proceso, si consolidamos este circulo virtuoso, créanme que al final de nuestro mandato vamos a haber reducido el 90% de los impuestos que hay hoy en Argentina“, aseguró provocando la reacción de los presentes, que lo aplaudieron por única vez en sus más de 35 minutos de exposición.
“Hacía ahí es donde tenemos que ir, ese es el mensaje para los devaluadores seriales que creen que la única forma de conseguir competitividad es devaluando. No, el camino es bajar fuertemente la carga impositiva, bajar el 90% de los impuestos. Algunos de estos impuestos ustedes los padecen, sabemos las molestias que genera pagar Ingresos Brutos, el impuesto al cheque, el doble IVA, y tantos otros”, aseveró.
Pérdidas de empleos y empresas a punto de desaparecer: el duro reproche del sector al Gobierno nacional
Antes de Caputo tomó la palabra Gustavo Weiss, presidente de CAMARCO, que habló de un “panorama ensombrecido”, con políticas que le han asestado un “duro y contundente golpe” al sector de la construcción.
Con el ministro arriba del escenario, Weiss recordó la pérdida de más de 100 mil puestos de trabajo (“y tantos otros de manera indirecta”, agregó), la existencia de miles de obras paralizadas en todo el país y aseguró que hay “empresas en riesgo de desaparecer por falta de pago de trabajos ejecutados el año pasado y la discontinuidad de las obras”.
“Reconocemos la baja de la inflación, la mejora en la cantidad de reservas del BCRA y vemos con esperanza la aparición de líneas de créditos hipotecarios, entre otras medidas. Pero aún coincidiendo con las autoridades nacionales en la necesidad de controlar el gasto público, el ahorro fiscal y la búsqueda del superávit, tenemos claro que la infraestructura pública no es un gasto, es una inversión, no es parte del problema, es parte de la solución”, apuntó el titular de CAMARCO.
Como representante de las empresas, Weiss manifestó la voluntad del sector privado en asistir al Estado para avanzar en la recuperación económica, pero pidió que se generen las condiciones propicias para que eso suceda.
“Debemos alcanzar un riesgo país similar al de Chile o Perú y generar condiciones para incentivar la llegada de capital privado, con leyes que garanticen seguridad jurídica y fiscal. El dialogo ha de ser la herramienta que abra nuevas oportunidades para que el país salga de la encerrona en la que se encuentra hace décadas. Las empresas queremos ser protagonistas de este nuevo escenario y abogamos las condiciones necesarias para que eso suceda, con variables macroeconómicas saludables“, explicó.
Caputo se defendió con la “herencia recibida” y dijo que el Gobierno logró que el país “salga de terapia intensiva”
A las críticas de Weiss, Caputo respondió haciendo un extenso análisis de cómo era la situación cuando Javier Milei tomó las riendas del país.
“Nunca está de más marcar de dónde venimos, porque muchos preguntan cuándo viene la recuperación, que es lo que a nosotros más nos preocupa, pero entendamos que cuatro años más de kirchnerismo no nos llevaban a Alemania, nos llevaban a Venezuela“, resaltó.
“Lamentablemente, después de 20 años de desastre y de 100 de hacer las cosas mal, hay consecuencias y milagros no se pueden hacer (…) Tengamos claro qué es lo que se heredó porque pasaron seis meses nada más. Seis meses después logramos que el paciente no se muera y salir de terapia intensiva, estamos en franca recuperación”, dijo, repasando algunos indicadores que mostrarían señales de mejoría, como la recuperación del Índice Construya o de los despachos de cemento.
“Los resultados a los que se ha llegado eran impensados para cualquier persona en Argentina y en el mundo, desde ese punto de vista estamos muy satisfechos con lo que hemos logrado. Pero no somos tontos y sabemos que seguimos abajo, claramente hay muchísimo mas para hacer, pero es importantísimo desde el sector privado entender las restricciones que 100 años de malas políticas generaron“, insistió.
Además, Caputo cargó contra algunos sectores de la oposición que, asegura, han redoblado las críticas y los intentos de desestabilización por “miedo” a que el plan económico del Gobierno funcione.
“Al principio, como no se les cruzaba por la cabeza que seis meses después íbamos a estar acá, se mataban de risa, comían pochoclos y se auto filmaban. Pero se encontraron con esta situación y salieron a poner toda la carne en el asador, porque quieren controlar este negocio cuanto antes. Todos estos ataques espero que ustedes los noten“, apuntó.
Además, y en línea con el discurso del presidente, cargó contra el periodismo y los consultores económicos por marcar supuestos desajustes en el tipo de cambio o incumplimientos en el pago a las energéticas que, aseguró, no existen.
“El 80% de las obras que recibimos eran políticas”
Al hablar del caso de la obra pública, Caputo sostuvo que el 80% de las recibidas de parte de la gestión anterior no eran significantes y tenían una innegable carga política.
“En el caso de la obra pública en particular, recibimos 2700 obras. De ese total, el 77% eran obras por convenio, la mayoría menores, como un cordón cuneta en Santiago del Estero, un techo de una pileta en otra provincia, o baños en un cementerio. ¿Qué tiene que hacer la Nación con esas obras? El 80% era eso, esas no son obras, es política“, explicó.
“¿Esas obras se tienen que hacer? Sí, pero se tiene que encargar el intendente del lugar, el gobernador. A nosotros nos costaba más el chequeo de esas obras, el proceso de fiscalizar, que la obra misma. Nación tiene que hacer obras de infraestructura que sirvan al desarrollo, no un cordón cuneta“, completó.
Caputo dijo que de la mitad de esas obras cuestionadas ya se hicieron cargo las provincias. “Firmaron que se las llevaban para terminarlas ellos. La mayoría ya estaban avanzadas. Las provincia también se están emprolijando fiscalmente y empiezan a ver los frutos de eso”, concluyó.
Fuente: El Cronista