En Salta, según el último censo poblacional el 6.5% de la población se considera aborigen y en su gran mayoría habitan el interior provincial, muchos trabajan en pos de aprovechar los recursos naturales, es por esto que desde el Ministerio de Producción y Desarrollo Sustentable, buscan potenciar sus producciones e insertarlos en el circuito económico.
Como primer paso y tal como fue informado a Dossier Web, el director de Planeamiento y Control de Gestión, Carlos Fallo, viajó hasta Estación Morillo en Coronel Juan Solá para recorrer una fábrica dedicada a la producción de harina de algarroba y frutos del monte.
Esta particularmente beneficia a varias comunidades originarias. Durante el recorrido que tuvo por objetivo dialogar con los directivos para conocer sus necesidades productivas y de comercialización, así poder trabajar para potenciar la actualidad y futuro de la actividad en la zona.
Actualmente en la sala trabajan siete operarios y se beneficia directamente a 100 familias que habitan en Los Baldes, La Cortada y Pozo El Chañar, y pertenecen a las comunidades Lewetes Kalehi (Los Baldes), Lewetes (La Cortada), Lewetes Letsenkwat (Pozo El Chañar) y a la asociación civil Tepeyac.
Tayhi K´os Lhay, en wichi significa frutos del monte, y es el nombre del establecimiento molino y fraccionador de harina de algarroba, mistol y chañar. Entre las principales estrategias se encuentra la de potenciar el consumo de esa harina para así aumentar su producción y no sólo expandirse dentro de la provincia sino en otros puntos del país.
Durante el recorrido por la planta, observaron el proceso productivo e intercambiaron ideas con los emprendedores, quienes solicitaron asistencia para mejorar la comercialización de los productos que elaboran en el establecimiento y coincidieron en la importancia de encontrar nuevos mercados de venta.
¿Qué es la algarroba?
Se trata de uno de los alimentos autóctonos más antiguos utilizados en Sudamérica, representando uno de los productos forestales no madereros principales de la Argentina. Su consumo está vinculado a costumbres ancestrales, en que las comunidades elaboraban la harina de algarroba con mortero de madera, hoy es muy consumida por personas que no toleran el gluten.
Se extrae de los frutos o vainas que dan los árboles de algarrobo, los que son cosechados entre noviembre y febrero. De cada árbol se pueden obtener anualmente entre 15 y 40 kilogramos de harina de algarroba.
La cadena de valor comienza con la recolección, la clasificación, el lavado, el secado, el molido y el posterior envasado.
Especialistas coinciden en que la algarroba es rica en carbohidratos y fibra dietética. Aporta proteínas y grasas saludables, contiene aproximadamente un 40-50% de azúcares, principalmente sacarosa, glucosa, maltosa y fructosa.
Es una fuente de hierro, genera aportes de calcio, ayuda a la reducción de los niveles de colesterol, y tiene importantes antioxidantes, conociendo todos sus beneficios, apuestan a mejorar las condiciones de su comercialización para fortalecer esa actividad económica.
