En agosto, la producción creció 9% interanual, mientras que las exportaciones se dispararon 60%. En tanto, las ventas mayoristas se desplomaron 32%.
La fuerte devaluación acumulada en lo que va del año, del orden del 100%, está impactando en los números del comercio exterior. Y uno de los sectores donde más se siente la mayor competitividad cambiaria es en la industria automotriz.
Según datos de ADEFA, entidad que nuclea a las terminales, en agosto se produjeron más de 49.300 unidades, lo que implicó un salto del 9% respecto del mismo mes de 2017.
Este crecimiento estuvo explicado básicamente por la exportación: en total, se despacharon al exterior más de 28.000 vehículos, marcando así un importante salto de casi 60% en relación con igual período del año pasado.
Dicho salto estuvo explicado principalmente por la mayor demanda desde Brasil, que entre enero y agosto ya adquirió cerca de 125.000 unidades, un 54% más que en 2017.
Según datos de la entidad brasileña Fenabrave, en agosto las ventas de autos nuevos en el país vecino crecieron un 15%. Así, en los primeros ocho meses del año, el mercado ya suma 1,6 millones de unidades patentadas, con un alza que también es del 15% respecto del período enero-agosto de 2017, lo que terminó impulsando la demanda de vehículos argentinos.
Gracias a este empuje, la industria automotriz argentina acumula un incremento de casi 10% en ocho meses, mientras que las exportaciones se dispararon un 34%.
Pese al salto que experimentaron las ventas al exterior, de la mano del nuevo dólar y de un Brasil que está reaccionando a una mayor velocidad, desde ADEFA criticaron al Gobierno por la implementación de los nuevos derechos de exportación, argumentando que las cifras de agosto todavía no reflejan “el cambio de escenario y la implementación de las nuevas medidas anunciadas en las últimas semanas como la baja de los reintegros y los nuevos derechos de exportación”.
Sobre este punto, Luis Fernando Peláez Gamboa, presidente de la Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA) destacó que el sector “entiende el grado de dificultad económica por la que atraviesa la economía y comprende el esfuerzo que hay que hacer para alcanzar el objetivo planteado de equilibrio fiscal.
Sin embargo, alertó que “dado el perfil exportador de nuestra industria, entendemos que la implementación de estas nuevas medias, tendrán efecto tanto en el nivel de actividad como en nuestras perspectivas de mediano plazo”.
“Si bien hoy, las cifras de producción y exportación de agosto no reflejan el impacto de las medidas, estamos justamente analizando ese proceso. Trabajamos para determinar cuál es el alcance que tendrán las mismas en nuestra industria y las acciones que deberán ser implementadas ante el nuevo contexto”, completó.
Ventas en baja
El dato amargo para las terminales nacionales -y que va en línea con el desplome de los patentamientos- es que las ventas mayoristas en el mercado interno, es decir, desde las fábricas a la red de concesionarios, se derrumbaron un 32%, anotando así el tercer mes consecutivo con un desplome superior al 30%.
Cabe destacar que el salto del dólar, así como impulsó las exportaciones, como contrapartida le pasó factura al sector automotor en el mercado interno.
Días atrás, ACARA informó que el número de vehículos patentados durante agosto ascendió a 65.247 vehículos. Esto implicó una fuerte caída del 25,5% frente al mismo mes de 2017, cuando se habían comercializado más de 87.200 unidades.
Esta contracción generó que la cifra acumulada se redujera notablemente: entre enero y agosto se llevan patentados casi 633.500 vehículos, con un magro incremento interanual del 1,9%. Sin embargo, dada la mala performance del sector, se espera que en breve ingrese en terreno negativo y culmine el año con una caída que podría superar el 5%.
El aumento desenfrenado del dólar, en tan solo cuestión de días, volvió a traer el fantasma del desabastecimiento en el mercado y la incertidumbre se adueñó de la industria automotriz a lo largo de agosto. Si bien las terminales tienen los depósitos llenos de autos, durante los últimos días del mes pasado hubo marcas y hasta agencias que prefirieron no cerrar ventas. Y esto se notó en las estadísticas.
Con un dólar que en una semana pasó de 30 a 40 pesos, el valor de los autos pegó un salto importante y seguirá en aumento, porque en todos los casos tienen un alto componente importado.
La baja de la demanda minorista generó un efecto dominó que pegó en las ventas desde las terminales a las agencias. El derrumbe del 32% en agosto es una prueba contundente de ello.
Fuente: iprofesional.com