El recorrido enoturístico se vuelve único gracias a la visita guiada a la bodega y a una degustación de vinos de extrema altura. A esta propuesta se suma el impactante Museo James Turrell, el único del artista en Sudamérica, que ofrece una experiencia inmersiva con la luz como protagonista.
En Colomé, cada detalle está pensado para que el visitante se sienta parte de algo auténtico y armónico. Cabalgatas, caminatas guiadas, masajes, piscina, sala de lectura y una cancha de bochas son parte de una estadía que fluye al compás de la naturaleza. El compromiso con el entorno se refleja en prácticas sustentables que respetan la biodiversidad y promueven el equilibrio ecológico.
Ha sido cuatro veces reconocida entre los mejores viñedos del mundo por los 50 Best Vineyards, una distinción que reconoce a las mejores propuestas enoturísticas alrededor del mundo, destacando destinos que ofrecen vistas impresionantes, restaurantes de alta calidad y opciones de alojamiento de lujo. Recientemente reconocida como la Mejor Propuesta de Enoturismo en Bodega en la categoría Experiencias y Turismo por los premios Winexplorers, Estancia Colomé sigue reafirmando su lugar como un destino imperdible para quienes buscan vivir el vino con todos los sentidos.
Sobre la historia de la bodega
En 1998, Donald Hess emprendió un viaje épico en busca de los mejores vinos de Sudamérica. Había estado en Chile y luego en la región de Mendoza, en Argentina, pero aún no encontraba esa uva especial que estaba buscando. Al llegar a la provincia de Salta, en el norte argentino, Donald se sintió inspirado por la intensidad de la luz solar y la calidad del terroir. Fue entonces cuando nació su visión: ser pionero en una nueva categoría de vinos denominada “vinos de altura”.
Donald quería elaborar un Malbec de clase mundial en altitudes extremas. Como resultado, se plantaron cuatro viñedos a distintas alturas y, como verdaderos pioneros del viñedo de altura extrema, rompieron récords al plantar a 3.111 metros sobre el nivel del mar.
Colomé poseía un terroir único: plantas de vid con más de 150 años de antigüedad, de la era prefiloxérica, una verdadera inspiración que dio origen a la bodega.
Fuente: Ámbito Financiero