En el segundo trimestre de 2023, la tasa de actividad (TA) –que mide la población económicamente activa (PEA) sobre el total de la población– alcanzó el 47,6%; la tasa de empleo (TE) –que mide la proporción de personas ocupadas con relación a la población total– se ubicó en 44,6%; y la tasa de desocupación (TD) –personas que no tienen ocupación, están disponibles para trabajar y buscan empleo activamente, como proporción de la PEA– fue de 6,2%.
La tasa de subocupación resultó del 10,6% de la PEA, mientras que los otros ocupados demandantes y los otros ocupados no demandantes disponibles alcanzaron, en conjunto, el 11,0% de la PEA. Consecuentemente, la presión sobre el mercado laboral, conformada por el universo de desocupados, subocupados, ocupados demandantes y ocupados no demandantes disponibles, alcanzó el 27,9% de la PEA.
Dentro de la población activa (47,6%) se destacó que:
Al observar las poblaciones específicas, dentro del universo de 14 años y más, desagregado por sexo, la TA para los
varones fue de 69,8%, mientras que para las mujeres se ubicó en 51,5%.
A nivel geográfico, las regiones que presentaron mayores tasas de actividad fueron la Región Pampeana (49,2%), Gran Buenos Aires (47,6%) y Cuyo (47,0%). Por su parte, la que presentó la menor tasa de actividad fue Noreste (44,4%).
A su vez, si consideramos el tamaño de los aglomerados, en los de 500.000 y más habitantes, la TA (48,0%) fue
superior a la de los de menos de 500.000 habitantes (45,7%).
Dentro de la población ocupada (44,6%) se destacó que:
Entre la población ocupada, 74,2% son asalariados, y 36,8% de ellos no cuenta con descuento jubilatorio. Por otra parte, 22,3% trabaja por cuenta propia, 3,2% son patrones y 0,3% son trabajadores familiares sin remuneración.
Entre los asalariados ocupados, 4,5% utilizó sus propias maquinarias/equipos para realizar su trabajo. Asimismo, del
total de ocupados, 9,1% trabajó desde la vivienda.
Al analizar la población ocupada por nivel educativo, más de la mitad de las personas ocupadas (60,8%) cuenta con
hasta secundario completo, mientras que 39,2% posee estudio superior y universitario (completo o incompleto).
En lo que respecta a la calificación de la ocupación principal, 55,0% corresponde a un empleo operativo; 17,2%, a calificación técnica; 18,3%, a no calificado; y 9,1%, a profesional.
En lo referente a la tasa de desocupación (6,2% de la PEA), se destacó que:
Al observar las poblaciones específicas para la población de 14 años y más, la TD fue de 6,9% para las mujeres, y de
5,7% para los varones.
Entre las regiones, las que mostraron la mayor TD fueron la Pampeana y Gran Buenos Aires, con 6,8% y 6,7%,
respectivamente. Por el contrario, la región con menor TD fue Cuyo (4,1%).
En cuanto al tamaño de los aglomerados, la TD fue inferior en los aglomerados de menor población: en los
aglomerados con menos de 500.000 habitantes, resultó de 4,7% de la PEA, mientras que se posicionó en 6,6% en
aquellos con 500.000 y más habitantes.
En referencia al nivel educativo de las personas desocupadas, 68,3% cuenta con hasta secundario completo, y el
31,7%, con nivel superior y universitario, completo o incompleto. En cuanto al tiempo de búsqueda, 66,4% lleva
buscando empleo entre 1 y 12 meses, mientras que 33,6% lleva más de un año.
Comparación intertrimestral
Al comparar el segundo trimestre de 2023 con el trimestre anterior, la tasa de actividad muestra un descenso de 0,7 p.p. (de 48,3% a 47,6%), la tasa de empleo mostró una variación de 0,4 p.p. por debajo (de 45,0% a 44,6%) y la tasa de desocupación se ubicó 0,7 p.p. por debajo (de 6,9% a 6,2%).
Para el grupo de edad entre 14 y 29 años, la tasa de actividad mostró un descenso de 2,8 p.p. (de 54,3% a
51,5%) para los varones y de 1,4 p.p. (de 43,9% a 42,5%) para las mujeres. La tasa de desocupación, para el
mismo grupo etario, también registró descensos: de 3,5 p.p. (de 16,9% a 13,4%) para las mujeres y de
0,5 p.p. (de 12,8% a 12,3%) para los varones.
Con relación a la población ocupada, se destaca el aumento de la tasa de ocupados demandantes, que pasó de 14,8% a 16,2% (1,4 p.p.). Este aumento fue traccionado principalmente por la proporción de subocupados demandantes, que aumentaron su participación en 1,1 p.p. (de 6,3% a 7,4%). Por su parte, la proporción de ocupados no demandantes ni disponibles descendió 1,0 p.p. (de 73,1% a 72,1%).
Dentro de la población desocupada, se destaca un descenso en la proporción de mujeres del grupo de edad de hasta 29 años, de 27,0% a 22,9% (4,1 p.p.). Por su parte, la proporción de varones de este grupo de edad ascendió 0,6 p.p. (de 25,7% a 26,3%). A su vez, el porcentaje de mujeres de 30 a 64 años alcanzó un valor de 25,7%, 2,8 p.p. por encima del trimestre anterior (22,9%), mientras que el porcentaje varones de este grupo de edad se mantuvo sin modificaciones (23,1% en ambos trimestres).
En cuanto a la calificación de la última ocupación de las personas desocupadas, se observa un aumento
relativo de quienes tienen calificación operativa, de 44,3% a 48,0% (3,7 p.p.). Por el contrario, las personas con calificación técnica o no calificadas disminuyeron su participación en 1,5 p.p. (de 11,1% a 9,6%) y 1,3 p.p. (de 40,7% a 39,4%), respectivamente.
Al comparar la categoría ocupacional, se observa un descenso relativo de 3,6 p.p. entre aquellas personas desocupadas cuya última ocupación había sido en calidad de asalariadas (de 78,3% a 74,7%).
En el tiempo de búsqueda de empleo, se registra un aumento de 4,6 p.p. entre la población que está buscando desde hace más de 3 y hasta 6 meses (de 9,8% a 14,4%). En contraposición, descendieron su proporción las personas que buscan desde hace menos de un mes en 2,9 p.p. (de 16,0% a 13,1%) y aquellas que lo hacen de 1 y hasta 3 meses en 2,0 p.p. (de 30,2% a 28,2%).
Con referencia a las ramas de actividad, las mayores diferencias en las tasas de desocupación se observan en la construcción, que presentó un aumento de 3,2 p.p. (de 16,5% a 19,7%); y en el servicio doméstico, que también aumentó 1,9 p.p. (de 13,6 % a 15,5%).
Comparación interanual
En la comparación interanual, se observa que la tasa de actividad tuvo un descenso de 0,3 p.p., de 47,9% a 47,6%. Por su lado, la tasa de empleo no mostró variaciones, fue 44,6% en ambos casos. En cuanto a la tasa de desocupación, en el trimestre actual alcanzó 6,2%, y se ubicó 0,7 p.p. debajo del trimestre de comparación, cuando había sido de 6,9%.
En referencia a las tasas de actividad específicas para mujeres y varones de 14 años y más no se destacan variaciones significativas: en el primer caso la diferencia fue de 0,2 p.p. (de 51,7% a 51,5%), mientras que en el segundo fue de 0,3 p.p. (de 70,1% a 69,8%).
Dentro de la población desocupada, se destaca el descenso de la proporción representada por las mujeres de entre 30 y 64 años, que pasó de 28,7% a 25,7% (3,0 p.p.).
Por su parte, al observar la población desocupada según la relación de parentesco, se observa un descenso de la participación de cónyuges en 5,0 p.p. (de 21,6% a 16,6%), mientras que aumentó la proporción de hijos e hijas en 6,2 p.p. (de 40,5% a 46,7%).
Si se toma en cuenta el tiempo de búsqueda de empleo de la población desocupada, se observa un descenso relativo de 6,8 p.p. (de 40,4% a 33,6%) entre aquellos que buscan desde hace más de un año.
Con referencia a las ramas de actividad, se destaca un ascenso relativo de la tasa de desocupación en la construcción de 4,9 p.p. (de 14,8% a 19,7%) y en el servicio doméstico de 4,4 p.p. (de 11,1% a 15,5%).