El Fondo Monetario Internacional ratificó hoy su compromiso de continuar las negociaciones con la Argentina por la deuda que mantiene el país con la entidad, y adelantó que “hacia fin de año” el directorio del organismo tratará su política de sobretasas, en línea con el mandato reciente del G20.
En su habitual conferencia quincenal, el vocero del organismo, Gerry Rice, se expresó así luego del encuentro entre el presidente argentino Alberto Fernández y la titular del FMI, Kristalina Georgieva, que tuvo lugar el fin de semana en Roma, y las reuniones técnicas que encabezó el ministro de Economía, Martín Guzmán, con el staff del organismo en la misma ciudad.
Para Rice, el Fondo se mantiene “plenamente comprometidos en ayudar a la Argentina a abordar grandes desafíos sociales y económicos que enfrenta, apoyando políticas que establezcan la estabilidad de la economía, y las bases para un crecimiento sostenible encabezado por el sector privado”.
Las reuniones fueron “muy productivas”, y entre los temas abordados “se trataron las perspectivas macroeconómicas”, indicó el vocero.
Por otro lado, Rice fue consultado por rumores acerca de algún tipo de waiver (perdón) o cláusula al acuerdo vigente para evitar un default, si la Argentina no llega a acordar con el Fondo antes marzo próximo, a lo que Rice se limitó a citar las palabras de Guzmán, de que “se trata de rumores infundados”.
En ese sentido, Rice insistió: “La Argentina ha indicado que está comprometida a cumplir con sus obligaciones con el FMI”.
En cuanto a las revisiones de la política de sobrecargos, explicó que, según se expresó el G20 durante el fin de semana, en el marco de al cumbre de líderes y jefes de Estado -de la que participó Alberto Fernández-, el Fondo tratará esta cuestión y sostuvo que el directorio tendrá una reunión formal al respecto en algún momento “hacia fin de año”, aunque no precisó una fecha exacta.
Rice ratificó una vez más que el programa en el cual trabajan los técnicos del Fondo con la Argentina es de Facilidades Extendidas, que tiene un plazo de 10 años.
La Argentina busca posponer vencimientos por una deuda cerca de US$ 45.000 millones que, según el cronograma original, prevé un pago de US$ 19.000 millones en 2022 y otro monto similar en 2023, y luego en 2024 el pago del resto.