El sábado es la fecha límite. Ese día vence el Ahora 12, que será renovado –quizás reforzado, según fuentes oficiales–, pero que, por ahora, no volverá a incluir a los celulares.
Este es un tema que la industria viene reclamando, incluso en reuniones en el Ministerio de Desarrollo Productivo, y que el Gobierno se había comprometido a evaluar después de dejar, meses atrás, a esos dispositivos fuera del programa oficial. Esa promesa se había materializado en un acuerdo firmado luego de que el sector avalara mantener fijos los precios hasta octubre próximo.
Según datos de la Asociación de Fábricas Argentinas Terminales de Electrónica (Afarte) en base a GFK, Indec y el Banco Central (BCRA), los precios de los celulares ya sobrepasaron por varios cuerpos el ritmo de la inflación, y en los últimos meses también el de la devaluación.
La explicación que dan en el sector es que, a partir de la pandemia, la industria experimentó un fuerte incremento en dólares de los insumos y servicios internacionales junto a las consecuencias de los cierres de plantas, que provocaron quiebres de stock. Estas circunstancias determinaron un shock adicional en precios hasta septiembre de 2020.
“Luego se registró un período de estabilidad y caída de precios entre septiembre y diciembre de 2020, pero algunos de los desequilibrios se mantuvieron durante los primeros meses de 2021, aunque continuó la tendencia de estabilización de precios a partir de abril, de la mano del acuerdo de precios vigente alcanzado con autoridades del Ministerio de Desarrollo Productivo”, dijeron.
Según los datos de Afarte, el mercado de celulares se redujo sensiblemente en los últimos años: de casi 10 millones de unidades vendidas en 2017 se pasó a 6.230.000 unidades en 2020, lo que implica una reducción del mercado del 37%. Allí estiman que entre los motivos que explican semejante retroceso están la caída del poder adquisitivo de los consumidores como consecuencia de los procesos devaluatorio e inflacionario; inestabilidad del empleo y actividad económica por la la recesión y las consecuencias de la pandemia, y los incremento de precios por shocks externos de demanda y fuertes restricciones en la oferta de insumos y servicios, algo que se dio en otros sectores y países.
A fines de abril pasado, el Gobierno anunció que había llegado a un acuerdo con Afarte para congelar los precios de celulares, televisores, aires acondicionados y microondas hasta después de las elecciones.
El acuerdo se fundamentó entonces en “las presiones sobre los precios que impone la recuperación económica, sumada a la tensión que acompaña un escenario internacional marcado por el alza de precios de insumos difundidos en todas las cadenas de valor y considerando la importancia que estos productos tienen en el desempeño y potencial de la industria nacional”.
“El Ministerio, a efectos de coadyuvar a la consecución del presente compromiso, reestablecerá la participación de los teléfonos celulares en el programa Ahora 12, comenzando con los equipos de gama baja, entendiendo por tales aquellos cuyo precio de venta al público sea igual o inferior a Pesos Cincuenta Mil ($50.000.-), ello en cuanto las circunstancias lo permitan”, decía además la letra del acuerdo.
De esta línea final se toman en la cartera que dirige Matías Kulfas para escapar al compromiso oficial. “La idea es reforzar el Ahora 12”, dijeron a LA NACION allí sin dar precisiones sobre el programa que regirá en tiempos de elecciones. “Nosotros sólo nos comprometimos a evaluar la posibilidad de que los celulares vuelvan al programa”, dijeron sobre un dispositivo clave en pandemia, pero cuyos insumos están dolarizados en tiempos de reservas escasas.
Por: Francisco Jueguen
Fuente: La Nación
