Uno de los analistas internacionales más prestigiosos del país dialogó con Dossier Web sobre la crisis que vivió días atrás Perú, desde la destitución de Martín Vizcarra de la presidencia hasta la asunción de Francisco Sagasti, el actual jefe de Estado y sostuvo que “cada uno de los presidentes peruanos es extremadamente débil, frágil. La mayoría de ellos termina en la cárcel o son depuestos por el Congreso acusados de corrupción”.
Castro es abogado y periodista, analista de política internacional en los diarios Clarín, Perfil y La Nación; ex Director Adjunto del diario El Cronista; ex Secretario de Planeamiento Estratégico de la Presidencia de la Nación; Profesor Universitario y panelista invitado por diversas universidades de América Latina, de Roma (OTAN) y otras instituciones; condecorado por la República Federativa de Brasil y de Chile. Es Miembro del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI), del Consejo Editor de Archivos del Presente y de la Fundación Segundo Centenario y Presidente del Instituto de Planeamiento Estratégico.
Analizó la situación del país incaico que llegó a tener tres presidentes en solo una semana: “El sistema político peruano está basado en un Congreso unicameral constituido por 130 escaños. Prácticamente no existe, en este sistema, un partido político. De esos 130 escaños, todos responden exclusivamente a sus intereses particulares. Esto hace que el presidente esté en manos de una mayoría circunstancial que pueden disponer su deposición utilizando argumentos que son de carácter político, pero que no son sujetos a una interpretación judicial. Es lo que ha hecho este vacío de poder prácticamente del Estado puro”.
“Vizcarra fue depuesto (el 9 de noviembre pasado) por este Congreso aduciendo hechos de corrupción en una etapa anterior, cuando era gobernador de Moquegua. La validez de estas acusaciones no están sujetas al control judicial y dependen de lo que establezca la mayoría del Congreso. El resultado fue su deposición”.
Castro recordó que Vizcarra asumió a la presidencia (el 23 de marzo de 2018) “en su condición de vice de Pedro Pablo Kuczynski, que fue un presidente constitucional depuesto por el Congreso unicameral peruano por una mayoría circunstancial que logró su remoción. Lo que sucedió tras la deposición de Vizcarra, es que este sistema político peruano designó un sucesor, Manuel Merino, en su condición de presidente del Congreso unicameral que por la Constitución asumió de inmediato y duró menos de seis días”.
El analista recordó que “hubo un levantamiento encabezado por jóvenes especialmente en las calles de Lima, fuera del sistema político, que rechazaron la forma de remoción de Vizcarra y luego la designación de Merino y que terminó con la renuncia de Merino”.
“Luego este Congreso no se puso de acuerdo en designar un nuevo presidente en casi 48 horas y creó un vacío de poder en este sistema peruano, un sistema sin partido político, ya que el eje del poder responde a sus intereses particulares”.
La designación de Sagasti tras el paso de Vizcarra y Merino en una semana, fue relacionado con la crisis económica argentina que llegó a tener cinco presidentes en once días. Sin embargo para Castro no hay relación alguna ya que “analizar el sistema político peruano con el sistema político argentino carece de relevancia. Creo que son metáforas de tipo literaria”.
“Lo que sucede en Perú es que desde 2000 hasta el 2018, la economía peruana fue la más exitosa de América Latina con una tasa de crecimiento del 6% anual. En esos años hubo una transformación económica fenomenal, con el surgimiento de nueva clase media proveniente de la economía informal y con una aparición de protagonistas ajenos al sistema económico previo al 2000.
El punto de partida de los acontecimientos fue el gobierno de Alberto Fujimori, quien estuvo en la presidencia desde 1990 al 2000. En esos años, Fujimori enfrentó, armas en la mano, a la guerrilla de Sendero Luminoso y dos hiperinflaciones. Logró transformar la economía del país y la creación de un nuevo empresariado surgido de la economía informal. Luego renunció por fax al encontrarse en Japón. Cada uno de los presidentes peruanos es extremadamente débil, frágil. La mayoría de ellos termina en la cárcel o son depuestos por el Congreso acusados de corrupción”, cerró.