La crisis que desató en el mundo la pandemia de coronavirus, sumada al escenario de debilidad económica preexistente en la Argentina, no resultan en buenas previsiones para el país. El informe de julio de Latinfocus Consensus Forecast, que recoge los pronósticos de bancos y consultoras privadas, arroja un empeoramiento en la mayoría de las variables contempladas. Para 2020 se espera una caída del PBI de 11%, una inflación anual en el orden del 42,2% y que la cotización oficial del dólar se ubique en $88, aunque algunas proyecciones lo llevan a un máximo de $102.
Con la complejidad que implica hacer pronósticos en el contexto de incertidumbre actual, el informe señala que el PBI caerá este año 2,2 puntos porcentuales más de lo calculado en el reporte del mes pasado, cuando se estimaba una caída de 8,8%. La caída promedio de 11% esperada por las consultoras es la más pronunciada de la región, excepto por Venezuela que, curiosamente, caerá menos que el año pasado (-21% contra -31,1%). Para 2021, en cambio, se estima una rebote en la Argentina del 5,2%, el más pronunciado después de Perú.
Sobre este punto, Matías Rajnerman, economista jefe de Ecolatina, señaló que el empeoramiento del pronóstico de caída de la actividad tiene que ver con la extensión de la cuarentena y el endurecimiento de las medidas de confinamiento en el AMBA.”Si bien la extensión de la negociación de la deuda no ayuda, lo principal es eso. A su vez, el crecimiento que vemos para 2021 no es genuino sino un rebote estadístico. Concretamente, las empresas van a vender mucho más que este año, pero igual van a quedar muy por debajo del nivel de 2019″, sostuvo.
Por otro lado, Rajnerman señala que hay dos condimentos locales que le agregan complejidad al escenario común de la pandemia y hacen que las tendencias de la actividad en la Argentina sean más marcadas que en los países vecinos, tanto en la caída esperada para 2020 como en la recuperación del 2021. “Por un lado, tenemos la incertidumbre de la negociación de la deuda, que asumimos que el año que viene ya no va a estar. Por otro lado, 2021 es un año electoral y en nuestro país se suelen pisar el dólar y las tarifas para darle estímulo al salario y mejorar la competitividad electoral de los distintos oficialismos”, apuntó.
Para Martín Vauthier, director de la consultora EcoGo, la caída también refleja que la Argentina ingresó a la crisis de la pandemia ya en una situación muy compleja, “con poco espacio fiscal y monetario para mitigar los costos del confinamiento, porque venía sin crédito, sin ahorros y sin moneda”. “La evolución hacia adelante dependerá no solo de la situación sanitaria, sino también de la renegociación de la deuda y de las señales en torno a la consistencia fiscal y monetaria que pueda dar la política”, apuntó.
Respecto de la variación de los precios al consumidor, el informe destaca que se redujo la estimación promedio del 45,6% calculado en abril al 43,4% calculado en mayo y ahora las consultoras proyectan una inflación promedio de 42,2% para 2020 y de 43,9% para 2021. Es decir, que se espera que la inflación suba el año próximo por encima de este.
Para los expertos, la desaceleración de la inflación en curso responde a “factores transitorios” asociados en gran parte al confinamiento, que van a ir debilitándose en la medida que se retorne a la normalidad. “Si bien aumentó la oferta monetaria, hay al mismo tiempo una reducción en la circulación de dinero, controles de capitales estrictos, tarifas reguladas, precios máximos en algunos segmentos y una puja distributiva anestesiada por la crisis”, señaló Vauthier, entre otros factores, y agregó que por ese motivo tiene sentido que la inflación se acelere una vez que “se vayan levantando las palancas de la economía”.
Actualmente la cotización oficial en el Banco Nación es de $75, a lo que hay que sumarle el 30% en concepto de impuesto PAIS. Los analistas consultados para el informe ven que la cotización oficial del peso terminará el año en un valor promedio de $88,00 (61 centavos por debajo de lo estimado el mes pasado) y se ubicará en $116,97 en 2021. Sin embargo, hay consultoras que lo ubican incluso en un valor de $102 y $140, respectivamente.
Para Rajnerman, que el dólar quede más cerca de un valor o de otro depende en gran parte de lo que suceda con la renegociación de la deuda. “Si hay acuerdo, se genera confianza y caen las expectativas de devaluación, la situación va a mejorar y el dólar quedaría por debajo de los $90. Si, en cambio, vamos a un default y se dispara la incertidumbre, vamos a terminar con un dólar por arriba de $100 e incluso con un cepo más fuerte que el de ahora”, estimó.
Vauthier, por su parte, agregó que también será clave “la capacidad que tenga la política para ubicar el sendero fiscal en un escenario convergente; que el aumento del déficit durante la pandemia sea transitorio y no permanente y que el Banco Central pueda administrar -vía pasivos remunerados y sosteniendo una tasa de interés positiva para el ahorro- el aumento en la liquidez de la economía derivado de la emisión reciente”.
Por otro lado, los panelistas encuestados para el informe de Latinfocus ven una caída promedio de 12% en el consumo, lo que representa un empeoramiento de más de dos puntos porcentuales respecto de la estimación anterior. Para 2021, en cambio, los expertos estiman un repunte del consumo del 5,5%.
En el plano de las exportaciones, lo que se proyecta es que caigan 14% este año, al tiempo que las importaciones se reduzcan 21,4%, lo que llevaría la balanza comercial a un superávit de US$17.400 millones.
Fuente: La Nación