El Gobierno provincial volvió a endeudarse para cubrir su déficit económico a través de la emisión de letras del Tesoro. Como lo anticipó a principios de este mes, el Ministerio de Hacienda y Finanzas esperó el vencimiento de la colocación de los títulos públicos realizada el 30 de mayo último, por $563.486.630, para repetir la operación por igual monto.
La última operatoria se efectúo el jueves pasado en el mercado de capitales nacional y fue comunicada ayer en el Boletín Oficial.
El interés de la emisión, la séptima del año, es del 27,18%, lo que representa cerca de $53 millones, que deberán abonarse a los acreedores, junto al crédito solicitado, el 28 de diciembre próximo.
En lo que va del año, la Provincia suma casi $4.500 millones adquiridos mediante la colocación de letras, que se utilizan, según reconocieron desde el mismo Ejecutivo, para gastos corrientes (principalmente para el pago de sueldos a estatales y de servicios).
La deuda total por los créditos cortos acumula más de $281 mil de interés y con la última emisión el Gobierno pierde unos $420 mil por día. Es un despropósito si se tiene en cuenta que los fondos obtenidos no se destinan para inversiones productivas, que generen, por ejemplo, empleo.
Los bonos públicos emitidos superan el doble de lo permitido por la ley de contabilidad, que establece que la toma de deuda mediante esa herramienta no puede ser mayor al 5% de los ingresos corrientes previstos para un año. Ese monto fue establecido en $1.965 millones en el Presupuesto 2017.
De acuerdo a lo que argumentan desde el Gobierno, pueden seguir colocando letras mientras no se exceda el techo de los casi $2 mil millones, que se renueva cada vez que se liquidan los créditos.
Otra interpretación es que el tope para todo el año, como marca la normativa, se fija en el presupuesto.
Anticipo
El 28 de septiembre vence la quinta serie de letras del Tesoro ofrecida por la Provincia, en junio pasado, por $850.511.472. Si continúa la lógica oficial, ese día se renovaría la deuda por la misma suma.
Desde 2015 la administración local recurre a la herramienta de financiación para tapar baches en los gastos corrientes. Ese año hubo una sola emisión por $450 millones.
A lo largo de 2016, en tanto, se emitieron diez series de títulos públicos por más de $2.700 millones, según figura en los registros de la Comisión Nacional de Valores. Las tasas de interés que se pagaron fueron de entre el 6 y el 37 por ciento, mientras que el monto recaudado superó ampliamente los $1.445 millones que el presupuesto de 2016 fijó como límite para tomar créditos.