El presidente de Coninagro, Carlos Garetto, sostuvo que la eventual sustitución de los cortes bovinos por pollo, cerdo o pescado hará que también aumenten sus precios debido a la mayor demanda.
Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) y Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro) adjudicaron ayer el encarecimiento de la carne a las políticas oficiales. Las desacertadas decisiones gubernamentales, según ambas entidades, "amenazan la actividad ganadera y el consumo por habitante", según consignó un matutino bonaerense.
"Cuando se cerraron las exportaciones, se deprimieron los precios y el productor comenzó a perder rentabilidad por sus animales. Allí comenzó a liquidar hembras, la cadena de producción se resintió y bajó su productividad", explicó Garetto.
La eventual "sustitución" por las carnes alternativas provocará "que aumenten los precios debido a la mayor demanda", agregó. "Se debe bajar el consumo, por lo menos, de 20 a 25 kilogramos (de carne vacuna) por habitante por año. Con el actual stock, a los actuales 75 kilos por consumidor por año, no hay cómo abastecerlo", dijo.








