Las trabas al ingreso de artículos importados y el gravamen impulsado por el Gobierno para productos tecnológicos, dieron lugar a un peligroso cóctel. Hay marcas que no se consiguen y comercios que prefieren guardar stock. Durante las épocas de bonanza, cuando el “viento de cola” dominaba el contexto mundial, el consumo interno supo convertirse en el principal motor que impulsaba las altas tasas de crecimiento de la economía argentina.
Hoy, la realidad es diametralmente opuesta: el país transita un escenario recesivo y el consumo no logra recuperarse, producto de la crisis global y la incertidumbre local.
A este contexto adverso, se suman dos polémicos ingredientes que le imprimen mayor dramatismo a la complicada situación que atraviesa el sector del retail en la Argentina: por un lado, el "cerrojo" importador, ejecutado por el secretario de Comercio, Guillermo Moreno. Por el otro, el “impuestazo” tecnológico, que avanza a paso firme en el Congreso y ya cuenta con media sanción.
Así, los empresarios del sector se quejan de que, en momentos donde el Gobierno debería incentivar el mercado interno –como lo hizo Brasil, bajando impuestos de manera generalizada para un amplio abanico de bienes-, la actual administración cierra las fronteras al ingreso de artículos provenientes del exterior y está a un paso de penalizarlos con una mayor alícuota del IVA.
Para conocer la realidad del mercado, iProfesional.com realizó un extenso relevamiento entre las principales cadenas de electrodomésticos y confirmó que este cóctel ya alteró la dinámica del sector. "Dinamitó" la oferta de algunos productos, principalmente televisores y monitores LCD, de las marcas importadas más reconocidas, aunque también, este medio constató que escasean heladeras y pequeños electrodomésticos.
Dicho faltante es consecuencia, en parte, de la decisión del Gobierno de trabar el ingreso de productos demorando, para ello, la aprobación de las licencias no automáticas y llevándolas a más de 200 días, frente al máximo de 30 que fija la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Contar con este permiso es un requisito sin el cual no se puede importar un amplio abanico de bienes y dilatando su aprobación, la administración kirchnerista busca evitar, a toda costa, que la compra de productos del exterior "aspire" dólares en momentos en los que la divisa estadounidense hace falta para hacer frente a la actual fuga de capitales.
Como si esto fuese poco, a esto se le suma el “impuestazo” tecnológico que, si bien no está aprobado, ya está “ensuciando” la cancha. Esto es así dado que algunas grandes cadenas comenzaron a realizar maniobras especulativas anticipándose a la jugada.
En efecto, especialistas confirmaron a iProfesional.com que hay comercios que optaron entre estos dos caminos para cubrirse de la eventual suba de impuestos a la hora de reponer stock: están los que “retacean” los productos importados y los mantienen bajo siete llaves en los depósitos, a la espera de que se apruebe el proyecto. En tanto que otros, directamente ya sacaron la calculadora y se adelantaron a la sanción de la ley remarcando los precios de los artículos afectados, con subas que van del 10 al 30 por ciento.
Cabe recordar que la iniciativa enviada por el Gobierno nacional será tratada por la Cámara de Senadores este jueves. La misma eleva la tasa del IVA del 10,5% al 21% para bienes tecnológicos importados, mientras que otorga una reducción tributaria a aquellos fabricados en Tierra del Fuego.
Faltantes
Hoy por hoy, salir en búsqueda de un LCD no es una tarea para nada sencilla, sobre todo para aquel comprador que pretenda acceder a alguna de las marcas con respaldo mundial que no se ensamblan en el país.
FUENTE: Infobae Profesional