Hasta la fecha la Confederación General Económica (CGE) no fue convocada al diálogo con el Gobierno, dijo el titular de la entidad Daniel Millaci. Impacto del nuevo salario mínimo, vital y móvil en las pequeñas empresas.
La necesidad de que el Gobierno tome medidas que sirvan para alentar el consumo de la población es una prioridad para las pequeñas y medianas empresas (PyME), aquejadas por la contracción de la economía, por la fuerte presión fiscal y por la incesante suba en sus costos operativos. "Obviamente, estamos viendo con preocupación la crisis. Consideramos que existen algunas cuestiones que el Gobierno nacional debería tomar como prioritarias en el ámbito empresario, y sobre todo en el interior del país", dijo el presidente de la Confederación General Económica (CGE) Daniel Millaci.
"Estamos muy preocupados porque las medidas que se están tomando afectan en forma directa. La resolución sobre el salario mínimo, vital y móvil (se fijó en $ 1.500) afecta directamente a los pequeños empresarios del interior del país y a las economías regionales. Es cierto que estos montos están lejos de las necesidades de los trabajadores, pero la realidad es que son impagables para los pequeños empresarios", remarcó. "Hay una carga fiscal desproporcionada, porque no se miden las economías regionales, no se mide lo que está pasando en el interior del país, que la desaceleración de la economía por efecto de la crisis del campo ha llegado con mayor gravedad. Así que eso, en términos de lo urgente, creemos que eso es lo más importante y que el Gobierno tienen que tomar el toro por las astas para resolver esta situación. La realidad es que los empresarios del interior no lo van a poder pagar, y eso genera un mayor desapego hacia el acuerdo social", apuntó.
– ¿Cómo está observando el nivel de actividad en estos momentos? ¿Es el adecuado o menor de lo que se preveía en función de la crisis generalizada?
– Más allá de mi cargo en la CGE, pertenezco a la actividad del transporte. En este sector la situación es de una gravedad enorme, porque los servicios de larga distancia cayeron un 50% interanual con relación a su carga normal para la época. En el transporte urbano eso es el 25%. No en todas las actividades se observa la misma proporción, porque esto de la gripe A afectó seriamente sobre todo a la parte del comercio. Para nosotros, la desaceleración de la economía ronda un 12%, y que se vio superada en este último mes largamente.
– Frente a este panorama, ¿por qué lado viene el ajuste de las empresas?
– La CGE en particular ya viene reclamando y la AFIP dio respuestas, al haber aceptado ampliar la moratoria de los impuestos que vencían el 31 de diciembre de 2007, y la llevaron a 2008. Suponemos que eso ya está definido, porque en general lo primero que se hace es autofinanciarse vía los impuestos. Y vamos a ver qué pasa con 2009, porque mucha gente utiliza los denominados "miniplanes" para financiarse, y son una carga que se suma al pago mensual, así que estamos tratamos de resolver estas cuestiones, al menos en la emergencia. También hay suspensiones, adelantamiento de licencias, y se comienzan a observar los despidos. Si esto no se modifica rápidamente, esta tendencia se va a acelerar también.
– ¿Qué relación tiene la CGE con el Gobierno? ¿Tienen diálogo, están sentados en la misma mesa, o se sienten marginados?
– En la actualidad, todavía no nos han convocado, pero estamos convencidos de que nos llamarán a la mesa del Consejo Económico y Social. Nosotros nos consideramos los verdaderos representantes del empresariado PyME, sobre todo el más pequeño y el más postergado. Así que seguro que nos van a llamar. Tenemos pendiente una entrevista con (el jefe de Gabinete) Aníbal Fernández, que ya está pedida, y estamos seguros de que nos la van a otorgar. Al Consejo del Salario lamentablemente no asistimos, porque el sistema del Consejo actual es que se ha formado la mesa en 2004 en la anterior conducción, y la CGE no pidió en su momento la participación adecuada, y estamos tratando de ver de qué manera lo resolvemos para que en el futuro participemos, pero obviamente queremos que se nos escuche.
– ¿Cómo ve el resto del año y 2010, cuando se estima lo que los coletazos de la crisis internacional podrían comenzar a aflojar un poco?
– A nosotros en particular la crisis internacional nos ha afectado en un grado bastante menor que a otros sectores, porque el efecto más importante de la crisis fue en el ámbito financiero, y hace años que no tenemos créditos, y eso no es una cosa novedosa. El hecho de no tener créditos hace que nuestro sistema financiero tenga mucho dinero, pero no lo presta, y eso lleva a que nosotros tengamos una deuda que no nos permite invertir para generar mayor riqueza para el país. En el sector exportador tenemos la mayor dificultad. Un poco por las medidas que aplica el Gobierno y otro poco por las restricciones internacionales, prácticamente no tenemos grandes exportaciones. Así que lo vamos a tener que ir resolviendo desde el mercado interno, que se empieza a renovar, pero creemos que la financiación es importante, tanto para el consumo como para el sector empresario. En este caso y en particular, siempre nos quejamos de que la mayor parte de los créditos fueron para consumo y menos para las empresas, pero ahora vamos a revertir esta crítica por lo menos para los próximos seis meses porque creemos que se le tiene que dar algún impulso al consumo. La gente está temerosa y se retrae, y eso esperemos que lentamente se vaya modificando. Esperemos que el Gobierno y el campo se pongan de acuerdo, para que este nexo redunde en mejoras para todos los argentinos.
– ¿Cómo está viendo al Gobierno en el manejo de la crisis general (externa, interna, del partido gobernante)? ¿Lo ve sólido, con el timón firme, o cree que habría que promover un cambio de rumbo?
– Realmente pensamos que algún cambio de rumbo hay que tomar. Creemos y vemos que el Gobierno ya ha tomado algunas decisiones que van modificando políticas que consideramos que se deben cambiar. Seguimos preocupados por la carga impositiva, y sabemos que el Gobierno nacional tiene un problema con la carga fiscal, y eso hay que ver de qué manera se complementa. Seguimos sosteniendo que si a los sectores de más bajos recursos y a los pequeños empresarios se les quita carga impositiva, eso irá directamente al consumo. Pensamos que eso es lo que el Gobierno debería hacer y será una de nuestras propuestas en la mesa de diálogo. Pero vemos que el Gobierno está atendiendo algunas de estas observaciones que formulamos para sumar, y las está llevando adelante, y esperemos que siga así, porque a la gestión de Cristina Kirchner le quedan dos años y medio, y queremos que le vaya bien por el bien de todos.
Fuente: Región Norte Grande