El país del asado, el buen comer y los encuentros. Argentina es reconocida en el mundo por sus estándares culinarios y sus tradicionales preparaciones. En ese sentido, cuenta con rutas especialmente diseñadas alrededor de sus bebidas insignia. Se trata de circuitos que permiten al viajero formar parte de la magia de la producción nacional. Una copa que se convierte en la excusa perfecta para dejarse deslumbrar por la infinidad de experiencias, paisajes y entornos que la patria celeste y blanca tiene para ofrecer.
A continuación, cinco caminos para vivir una aventura paradisíaca con el objetivo de emprender viaje en busca de los mejores brebajes del país. La clave, todas las opciones se convierten en una experiencia de ensueño.
1. Ruta de la yerba mate
Un recorrido de 1200 kilómetros que cruza toda la provincia de Misiones y el norte de la provincia de Corrientes. Un circuito único en el mundo que cuenta con algo más de 200 emprendimientos dedicados a la yerba mate.
Como su nombre lo indica, hace honor a la infusión más característica del país: el mate. Un hábito tan representativo de la identidad nacional que no se abandona ni cuando se está de viaje. Para quienes no lo conocen, es el fiel compañero de todos los días. Aquel que levanta las mañanas más atareadas, ayuda en las largas noches de estudio y es testigo de un sinfín de conversaciones a corazón abierto.
A fines prácticos, es una infusión con yerba mate y agua caliente a 80 grados. Si bien sus orígenes se remontan a los pueblos guaraníes de la zona, hoy este cuenco compartido es un símbolo nacional. Porque el ritual del mate representa más que la bebida, significa parte de la historia y costumbres del país.
Durante el recorrido, los viajeros podrán conocer los establecimientos artesanales, ecológicos e industriales de la región, mientras se adentran en el proceso productivo: plantaciones, cosecha, secado, molienda y envasado del producto final.
Además de poder degustarse a través de la infusión, esta hierba es protagonista de más de 200 platos de la gastronomía local. Se utiliza en panes, quesos, helados, alfajores, bombones y hasta cervezas. Su gran versatilidad le aporta un sabor único a las preparaciones.
En cuanto a las postales, Misiones regala un suspiro detrás de otro. Las Cataratas del Iguazú -una de las siete maravillas naturales del mundo-, las Ruinas Jesuíticas y los Saltos del Moconá son solo algunas de las imponentes coordenadas infaltables en el recorrido. Por su parte, Corrientes presenta los impactantes Esteros del Iberá, un humedal de 12 mil kilómetros donde la diversidad de flora y fauna es condición.
2. Ruta del vino
La Ruta 40 es uno de los recorridos turísticos clásicos de la Argentina, ya que transita el país de norte a sur y se extiende por 5200 kilómetros. Allí, la provincia de Mendoza forma parte de la ecuación perfecta. En su tramo, este destino asombra a viajeros de todo el mundo con numerosas bodegas, postales, alternativas turísticas y, por supuesto, cepas mundialmente reconocidas como el Malbec.
Según la red mundial Great Wine Capitals, Mendoza es una de las grandes capitales del vino, donde se produce casi el 80% del jugo de uvas nacional. También, es sede de la bodega Zuccardi Valle de Uco que, según la organización The World’s Best Vineyards, fue distinguida como la mejor del mundo. Con dichas estadísticas, hasta los turistas más exigentes deciden comenzar la búsqueda del elixir argentino en la provincia.
Sin embargo, este recorrido no solo involucra a la bebida nacional, sino que también Mendoza propone alojamientos que habilitan experiencias mágicas como dormir rodeado de uvas en pleno viñedo, mientras que la gastronomía es un elemento esencial, y el turismo aventura aguarda en diferentes excursiones.
La fórmula se potencia si se tienen en cuenta cada una de las tonalidades de su lienzo paisajístico: el gris de las montañas con sus picos blancos, el verde de los viñedos, el rojo natural del Cañón del Atuel y el turquesa del agua de espacios como el Lago de Potrerillos.
La ruta vitivinícola continúa por la región de Cuyo hacia la provincia de San Juan, donde el circuito invita distintas alternativas hacia el norte del país en la provincia de Salta o un nueva cita en la provincia de La Rioja.
3. Ruta del té
Nuevamente en Misiones, y a tan solo 3.30 horas de Iguazú, se despliega el único circuito del té del país. Un recorrido por la ruta 14 y la ciudad de Oberá, que aloja un universo natural alucinante. ¿Tonos verdes? En cada rincón del destino.
La propuesta invita a conocer en profundidad la historia y cada una de las etapas de la producción de la camellia sinensis, mejor conocida como la milenaria hoja de té. Una experiencia perfecta para degustar sabores que sorprenden a cualquier paladar.
Existe una gran variedad de planes para disfrutar un viaje a los suelos rojizos y entorno natural inigualable. En ese sentido, la visita guiada por las plantaciones de té culmina con una exquisita degustación. Recomendación: para los fanáticos de lo dulce, también se puede disfrutar de un menú súper completo para la merienda.
Resulta importante destacar que la ruta del té es marca registrada y está emplazada dentro del predio de los Campos de Té de Camellias Golf.
4. Ruta cervecera
Se escribe cerveza, se lee encuentros. En Argentina, una copa de cerveza es la excusa ideal para juntarse con amigos y se traduce en “tomar unas birras”. Rubias, negras, rojas, amargas, dulces; todas convocan a una infinidad de risas y reuniones. Por este motivo, el maravilloso arte de cosechar lúpulo es protagonista en la cultura nacional.
Particularmente, en la cidudad de Bariloche, provincia de Río Negro, el sentimiento cervecero combina grandes cadenas y microemprendimientos que invitan a turistas (y lugareños) a ser parte del proceso donde sucede la magia: las fábricas.
Sumado a esto, el destino brinda propuestas gastronómicas de alto nivel, impactantes montañas y lagos cristalinos. Porque nada se le compara a la felicidad de degustar una pinta de cerveza abrazado por la Cordillera de los Andes. O mientras se admira la belleza de los espejos de agua.
De la misma forma, la Ciudad de Mar del Plata, situada en la provincia de Buenos Aires, comparte una vasta tradición cervecera con vista al mar. La versión artesanal de esta bebida se puede degustar en cada esquina, ya que la oferta de cervecerías en el lugar se adapta a todos los paladares. Infaltables: un plato de papas fritas como acompañante perfecto de la icónica pinta.
Por otro lado, la Ciudad de Buenos Aires merece una mención aparte, dado que en los últimos años se transformó en un polo cervecero que da vida a diferentes recetas y especialidades. Recorrer la noche porteña es una experiencia en sí misma y, nada mejor que acompañar la experiencia con una copa en mano.
5. Ruta del Fernet
El fernet es una bebida típica en Argentina que todo viajero debería probar al menos una vez en la vida. ¿Dónde se encuentra su sede oficial? En una de las provincias más coloridas del país: Córdoba. La combinación del aperitivo nacional con las sierras y los paisajes cordobeses es una aventura sin igual.
La bebida es originaria de Italia, pero, tras la llegada de inmigrantes italianos al país en el siglo XIX y principios del XX, poco a poco se instaló su sabor entre los fanáticos. “El ferné”, como se pronuncia en la patria albiceleste, encuentra en cada ocasión un brindis con amigos o familia.
Ahora bien, quien camine por tierras argentinas encontrará una receta distinta a su versión original. En el país, el fernet marida con gaseosa cola. La proporción depende del bebedor, hay quienes aseguran que 70/30 es la relación ideal (con más gaseosa), mientras que otros aficionados apuestan por un 50/50. Pese a que su característica amargura en ocasiones puede no conquistar los paladares la primera vez, esta bebida se adueñó del corazón de los argentinos.
La combinación con gaseosa cola fue impuesta por el pueblo cordobés, ya que se consolida como una bebida emblema de la provincia. De hecho, la capital del cuarteto invita una ronda de bailes junto a una copa de fernet. En medio del atardecer serrano, ya sea desde Calamuchita, Alta Gracia, La Cumbre o cualquier coordenada que permita disfrutar un espectáculo paradisíaco, el fernet se muestra como una opción ideal para comenzar una experiencia sensorial.
Cualquier estación del año es perfecta para comenzar un largo camino por la Argentina. Paisajes asombrosos, gastronomía de lujo que invita a degustar sabores tradicionales y una copa de vino, cerveza o fernet, taza de té o sorbo de mate son algunas de las bebidas imperdibles para recorrer y conocer la patria albiceleste.
Fuente: Infobae