En las últimas semanas los satélites fueron noticia en el país. La más fresca es la de Satellogic, la empresa argentina de nanosatélites que anunció su desembarco en la bolsa de Nueva York, pocos días después de recibir un importante aporte de capital de US$150 millones.
¿Qué significa esto? Su CEO, Emiliano Kargieman, dice a LA NACION que es un gran punto de partida para una nueva etapa de proyecto: “Esta transacción que cerramos nos permite estar fondeados para continuar ejecutando nuestro plan, lanzar los satélites que estamos produciendo este año, seguir con nuestro proyecto para el que viene y llegar en el 2023 para remapear toda la superficie del planeta una vez por semana y poder hacerlo una vez por día en el 2025″.
La compañía argentina, que nació en el 2010, brinda servicios de imágenes de alta resolución para que diferentes industrias puedan acceder información precisa para mejorar el mundo, como ellos mismos definen su misión. La empresa cuenta con un diseño de cámaras que captura hasta 10 veces más datos que otros vehículos pequeños dedicado a la observación de la Tierra y esto permite no solo democratizar el acceso a los datos geoespaciales sino también tener herramientas para fomentar soluciones para problemas urgentes como el cambio climático, el suministro de energía y la seguridad alimentaria. Y también, crear un catálogo en vivo de cada metro cuadrado de la Tierra para desarrollar diferentes aplicaciones comerciales, de sostenibilidad y gubernamentales.
Satellogic ya tiene en órbita 17 satélites, conocidos mundialmente por su tecnología y personalidad. Los primeros en salir al espacio llevaban nombres representativos de los argentinos como Capitán Beto (en homenaje al tema de Luis Alberto Spinetta), Manolito (por el amigo de Mafalda, la tira de Quino), Tita por Tita Merello y Batata y Milanesat (por los iconos gastronómicos argentino). “Este año vamos a duplicar la cantidad de satélites. Al mismo tiempo estamos armando una planta de producción nueva en Países Bajos que nos va a permitir producir hasta 100 satélites por año y por eso el año que viene tenemos nuevos lanzamientos para llegar a este objetivo” explica Kargieman y afirma que los nombres seguirán la línea de pioneras mujeres para compensar la brecha de género en la industria y la invisibilización de las mujeres en la historia.
Si bien estamos hablando de una empresa que podría ser el nuevo unicornio argentino por tener una valuación de mercado superior a los US$1000 millones, la industria de los nanosatélites está cobrando relevancia en los últimos años.
Minisatélite desarrollados por estudiantes
Apenas comenzado el 2022 el picosatélite “General San Martín” tiñó las portadas de los diarios no solo por haber sido puesto en órbita por la empresa marplatense Innova Space al bordo de un cohete de SpaceX sino por haber surgido en un aula de la mano de un profesor y sus estudiantes. ¿Cómo llegó un profesor a lanzar un satélite? Es que Alejandro Cordero, actual CEO de innova, era el docente e inauguró en 2019 su clase en la Escuela Técnica Nº5 de Mar del Plata con una propuesta para sus alumnos: construir un satélite. Así fue como empezó que en solo tres años culminó con un proyecto estudiantil validado a nivel internacional, la creación de su propia empresa satelital, el apoyo de la compañía Neutron y el respaldo del Ministerio de Desarrollo Productivo, que a través del financiamiento ARN (Aporte No Reembolsable), superó una inversión de 50 millones de pesos.
Finalmente, el minisatélite de 461 gramos fue lanzado desde el Centro Espacial Kennedy desde Cabo Cañaveralel 13 de enero de 2022. Mide 10 x 10 x 5 centímetros y brindará conectividad para aprovechar la “Internet de las Cosas”, es decir, interconectar objetos cotidianos sin necesidad de la intervención de personas. El proyecto de Innova Space también tiene grandes planes para el futuro y también apuesta a un dispositivo que represente y aporte valor agregado a los argentinos. De hecho, la segunda parte de la misión consiste en la construcción de dos nuevos picosatélites que se llamarán Juana Azurduy y Simón Bolívar. El proyecto incluye el lanzamiento de entre 4 y 6 picosatélites para este año y entre 12 y 16 para el que viene. Para el 2024, esperan tener en órbita una constelación llamada “Libertadores de América” con 90 más.
Tanto Innova Space como Satellogic apunta a tener soberanía sobre los datos que nos ofrece el espacio. Pero para que esto sea posible debe haber socios y uno indispensable es el que posibilita que los satélites se pongan en órbita. Por eso es crucial el papel de los lanzadores orbitales como Tlon Space, otra empresa argentina que tiene como objetivo desarrollar el lanzador orbital más liviano del mundo. De hecho, a fines del 2021, realizó en la provincia de Buenos Aires una nueva prueba de vuelo de su vehículo espacial Aventura I.
Otro proyecto que participa de este gran ecosistema de industrias del mundo satelital es el Epic Aerospace, una startup que desarrolla remolcadores destinados a llevar a su órbita definitiva a pequeños satélites que viajan en el mismo cohete con satélites más grandes. La empresa, con sede en Buenos Aires y San Francisco, ya obtuvo fondos en una primera ronda para continuar con las pruebas de TROMEN, su motor GEO.
El mercado de la explotación satelital está tomando cada vez protagonismo en el país y en el mundo pero es la primera vez que PyMEs y startups avanzan en este sector, conocido como NewSpace (espacio emprendedor y comercial espacial). Es que desde 1900 Argentina viene, de la mano de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), la empresa INVAP y la empresa satelital ARSAT, haciendo historia en este sector, generando información espacial, capacitando profesionales y ganando experiencia en satélites. Lo novedoso es el ingreso del mercado privado en la construcción de nano y picosatélites.
Por: Irina Sternik
Fuente: La Nación
