Descorchar una botella, dejarse seducir por el perfume, llenar una copa meciéndolo suavemente mientras el perfume de las vides se libera. Beber vino se ha convertido en un ritual de amigos que cada vez conocen más sobre productos, bodegas y consecuentemente exigen mejores productos. Ya no se conforman sólo con la marca, sino que exploran sabores y se actualizan permanentemente. El público ha cambiado. Años atrás se compraba el vino sólo como un complemento de las comidas, mientras que en la actualidad la elección de un buen producto resulta fundamental para realzar el sabor de las comidas y garantizar el éxito de una velada.
Vinos de Salta, marca registrada
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