Cristian y Brandon llegaron a la Argentina con la mochila llena de sueños, desde Colombia y Venezuela emprendieron el viaje y aterrizaron en Salta hace algunos años, con historias diferentes pero algo en común su amor por la gastronomía y particularmente por las arepas. En medio de la pandemia pusieron su propio café y hoy deleitan a los salteños con 17 variedades de esta comida típica.
En diálogo con Dossier Web, Cristian contó que todo comenzó luego de la primera cuarentena estricta, los amigos se quedaron sin trabajo y decidieron invertir todos sus ahorros en alquilar un local de dos por dos en el centro salteño, allí nació Venco, “teníamos solo dos mesas, una cafetera y la plancha en la que hacíamos nuestras arepas, nunca pensamos que nos iría tan bien, siempre había gente y teníamos muchos pedidos, de allí dimos el salto de alquilar un local mucho más grande”.
Cuenta que ambos al llegar al país trabajaron en el sector gastronómico, “comencé como lavaplatos, luego mozo, en las cocinas y fui aprendiendo, yo no sabía cómo era la gastronomía en Argentina. Ahí conocí a mi socio, somos buenos amigos y decidimos crear nuestra propia receta de arepas”.
Esa comida tradicional disputa sus orígenes entre ambos países y los amigos decidieron crear su propia receta adaptada al paladar de los Argentinos. “Cuando nos mudamos al nuevo local obviamente sentimos miedo y vértigo, más en el contexto, pero pusimos todos nuestros ahorros para remodelarlo y que tenga nuestro sello”.
Hoy celebran que el producto haya sido tan bien recibido. “Tenemos 17 variedades de arepas, entre ellas vegetarianas y veganas. Desarrollamos dos tamaños, uno small y otro big, el segundo es muy consumido como cena, nosotros trabajamos hasta las 23 y muchos clientes nos eligen para su última comida del día”.
Cristian celebra que “hoy mucha gente elige tomar un café con una arepa, en vez de uno con un tostado de jamón y queso, me pone feliz saber que estamos haciendo conocer comidas diferentes y que gusten”.
Si bien cuando llegó a Salta se reencontró con su mamá quien ya vive en la provincia luego de enamorarse y casarse con un salteño, asegura que tanto él como su amigo decidieron emprender con sus propios recursos, independizarse y salir adelante, luego de perder sus trabajos a raíz de la pandemia.
“Estamos muy entusiasmados, llenos de proyectos y con muchas ganas de seguir contribuyendo en la gastronomía, más en una provincia tan linda y turística como Salta”.