Transportadora de Gas del Norte (TGN), aquella que inauguró el default corporativo a fines de 2008, presentó ayer una oferta por su deuda impaga. TGN había postergado el pago a su vencimiento de las cuotas de capital e intereses correspondientes a las obligaciones negociables simples, no convertibles, previsto para el 31 de diciembre de 2008, como así también los vencimientos de capital e intereses bajo dichos títulos con vencimiento durante el año 2009. La suma total alcanza los u$s 350 millones. Según lo presentado por la compañía, el menú de bonos que se les ofrece a los inversores son dos:
* Nuevas Obligaciones Negociables (ONs) a la par sin quita nominal por hasta un monto igual a la deuda pendiente. En el caso que el acreedor elija la primera opción, la sociedad le entregará en canje por cada u$s 1 de capital de deuda pendiente, u$s 1 de nuevas ONs par según la oferta de reestructuración. Estas ONs serán simples no convertibles en acciones con vencimiento en el año 2021, a una tasa de interés creciente entre el 2% y el 6% anual. El pago de los intereses será en forma semestral. Los pagos de amortización serán semestrales a partir del septimo año.
* Un pago en efectivo por hasta un monto máximo de u$s 30 millones. En el caso de esta opción, la sociedad le entregará al acreedor en canje por cada u$s 1 de capital de deuda pendiente, u$s 0,25 en efectivo, hasta un monto máximo de u$s 30 millones y sujetos a los cupos y mecanismos de adjudicación y prorrateo que se describen en la oferta.
La emisión de dichas Obligaciones Negociables (ONs) será por un monto de u$s 55,51 millones. La empresa, además, pidió el paraguas que otorga el Acuerdo Preventivo Extrajudicial (APE). Mediante el mecanismo, la compañía necesita lograr que prácticamente la mayoría de los acreedores acepten la oferta para forzar, según el caso, a un grupo minoritario a que también ingrese al canje. De hecho, durante la ola de defaults post 2001, varias empresas argentinas pidieron este mecanismo para reestructurar pasivos.
Los tiempos se aceleraron para TGN. La empresa, hace un mes y como informó El Cronista, había llegado a sondear a cerca del 75% de los bonistas para ir delineando los términos en los que se les efectuó una oferta de canje. Gran parte de la suerte del canje se focaliza en las operaciones en Nueva York, ya que los inversores extranjeros concentran entre el 50% y el 60% de los bonos defaulteados. Entre ellos están los famosos hedge funds, entidades financieras y fondos de pensión. La impresión que se habían llevado en diversos road shows efectuados a principios de año por parte de los directivos de TGN, es que estos acreedores están dispuestos a aceptar una negociación “amistosa”, más allá de la obvia quita y alargamiento de los plazos de pago, debido a las fuertes pérdidas que tuvieron por la crisis financiera mundial. No ofrecerían mucha resistencia los bancos, ahogados por los quebrantos subprime, que verían con beneplácito recibir algo en concepto de los títulos impagos. En el plano local, y más allá de algún tenedor individual de bonos, la ANSeS es uno de los acreedores importantes (por herencia de las extinguidas AFJP).