Por la devaluación del real, que acumula más de un 40% desde septiembre pasado, los fabricantes nacionales de maquinaria agrícola salieron a expresar su temor a una invasión de equipos de ese país.
Por la devaluación del real, que acumula más de un 40% desde septiembre pasado, los fabricantes nacionales de maquinaria agrícola salieron a expresar su temor a una invasión de equipos de ese país, sobre todo en los rubros de cosechadoras, tractores y pulverizadoras. También advirtieron por el empleo en el sector.
En la actualidad, sobre un mercado que mueve unos US$ 1200 millones por año, la Argentina importa maquinaria agrícola por unos US$ 650 millones, y desde Brasil vienen equipos por US$ 500 millones. Los tres principales grupos multinacionales del rubro, John Deere, Agco y Case-New Holland, que a nivel mundial facturan más de US$ 35.000 millones, tienen plantas en el vecino país. De Brasil ya llega el 70% de las cosechadoras importadas (en este rubro el 20% es maquinaria nacional y el 80% es importado) y el 60% de los tractores (el mercado interno es el 30% local y el 70% importados) y ahora muchos creen que esa tendencia se va a profundizar. Paradójicamente, mientras le compra por US$ 500 millones, la Argentina le vende a Brasil maquinaria por menos de US$ 10 millones.
"Indiscutiblemente, esta devaluación va a ser catastrófica para la industria de la maquinaria agrícola. Si no hay una medida proteccionista, nos va a perjudicar terriblemente, no vamos a poder competir y nos vamos a ver invadidos", expresó José María Alustiza, presidente de la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (CAFMA).
Según el dirigente, con la depreciación del real, las fábricas instaladas en ese país van a tener productos más baratos. "Si Brasil devalúa, acá tenemos que tomar los mismos parámetros para devaluar en los mismos porcentajes", sostuvo.
Las fábricas de maquinaria agrícola son fuertes dinamizadoras de mano de obra en el interior: con más de 700 pymes, ocupan de manera directa a 40.000 personas y 150.000 indirectamente. Las empresas nacionales venderán al cierre de 2008 un 30% menos de equipos respecto de 2007 por la menor rentabilidad del sector y la incertidumbre oficial. "Si disminuyen las ventas, esto va a afectar el empleo, y las fábricas vamos a tener que empezar a suspender personal", precisó el presidente de CAFMA.
Según Alustiza, sólo el rubro sembradoras, donde la Argentina es líder bajo el sistema de siembra directa -sin arar la tierra- y las máquinas brasileñas no presentan las mismas configuraciones, permanecería a salvo de la avalancha de Brasil. Rosana Negrini, presidenta de Agrometal, principal fábrica de sembradoras, coincidió en que este segmento no sufriría el impacto.
Preocupación
"Prevemos que el mercado se achicará el próximo año y esto se verá agravado por la inflación, la falta de créditos y la invasión de productos extranjeros, principalmente de Brasil", precisó Luis Dadomo, presidente de Metalfor, fábrica de cosechadoras, pulverizadoras y tractores. En el rubro cosechadoras, Dadomo preveía producir 150 equipos para todo 2008, pero ahora cree que no llegará a 100.
En Pauny, principal fábrica nacional de tractores del país, también están preocupados por el impacto de la devaluación brasileña. La Argentina tiene un mercado de 7500 tractores, Brasil ronda las 50.000 unidades. "Seguramente, a la parte de tractores, esto nos va a afectar, aunque hoy es difícil medirlo", afirmó José María López, vicepresidente de Pauny, que vende 1000 tractores por año.
Fuente: La Nación
