El profesor Carlos Vernazza disertó en esta capital sobre Australia, con una visión que le permite mostrar contrastes con Argentina.
En 1908 Argentina ocupaba el 8vo lugar como potencia en el mundo, Australia el número 42; hoy Australia ocupa el 10mo puesto y Argentina el 48vo.
El profesor y periodista Carlos Vernazza, disertó en esta ciudad sobre el tema "Australia, la Argentina que no fue".
Con un marco de público integrado por hombres y mujeres de distintos medios, jueces y funcionarios, la charla se llevó a cabo en el Hotel Sheraton, en un clima ameno y plagado de anécdotas.
Además de la visión particular que Vernazza le imprime al relato de los lugares que visitó, los datos que agrega se transforman en información para quienes asisten.
Así es que comenzó la charla señalando que "hay gente que se conforma con ver pasar el mundo y otros lo viven", haciendo referencia a que existen 700 milones de personas que anualmente viajan por distintos países.
Por otra parte dijo que Argentina no está en crisis, sino en decadencia, proceso que lleva varias décadas y es por ello que no crece.
Marcó similitudes y contrastes entre ambos países, ambos alejados del resto del globo terráqueo, por su posición geográfica tienen pocos habitantes, para grandes territorios, muchos inmigrantes, siendo jóvenes naciones.
Más adelante señaló que los paíeses deben hoy conformar un bloque, porque es la única manera de tener presencia ante otras naciones, actitud que en Australia lleva años, mientras que Argentina recién esta preocupándose por el Mercosur.
Cuando le tocó el momento a la educación dijo que Australia tiene 2 de sus universidades entre las 10 mejores del mundo; Argentina cuenta con la UBA en el puesto 401.
La charla se desarrolló con fotografías donde se plasmaba el modo de vida de un país en el que el 20% de quienes tienen mayor poder adquisitivo, ganan sólo 7 veces más que los pobres, en contraposicion con Argentina donde la diferencia para el mismo porcentaje es de 35 veces.
Finalizó diciendo que la dificultad más grande que los argentinos atravesamos, es no sentirnos parte de este país, en el que no sabemos trabajar en equipo y nos falta autocrítica; "deberíamos tener una ducha de humildad", sentenció.
