A poco de terminar el 2020, un año marcado por la pandemia y la incertidumbre económica, el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación anunció la suspensión de las exportaciones de maíz con el objetivo de garantizar el abastecimiento interno, si bien la medida regirá hasta marzo, desde Prograno manifestaron un enérgico repudio.
A través de un comunicado aseguraron que las excusas con las que intentan justificar este nuevo agravio al sector agropecuario no sirven para ocultar que el verdadero propósito que persiguen es volver a intervenir el mercado de granos.
Resulta difícil de creer que un gobierno pueda ser tan necio como para insistir con políticas que ya demostraron su total fracaso hace menos de una década, con caídas en la producción de maíz y trigo, disminución del stock ganadero y aumento en los precios de los alimentos de la “mesa de los argentinos”.
No consultaron a nadie ni consideraron las consecuencias negativas que este tipo de medidas tienen para el país. Es mentira que falte maíz, lo que hay es un problema de tipos de cambio que generó el propio gobierno. Para colmo, tratan de que esto pase desapercibido aplicándolo el penúltimo día del año.
El maíz es un cultivo fundamental para el norte argentino porque permite preservar los suelos a través de la rotación, genera agregado de valor en origen y crea numerosos puestos de trabajo. ¿Cómo pretenden que haya inversión si no hay reglas claras? ¿Cómo quieren que se exporte más si lo prohíben? Para que haya más maíz, o cualquier otro producto, se debe fomentar la producción, no restringirla y ahogarla con impuestos e intervencionismo; es bastante simple.
Como siempre, estamos dispuestos a conversar y buscar soluciones para cada problema, pero no vamos a permitir que vuelvan los atropellos populistas que tanto nos costaron y que todavía estamos pagando, en contra del sector más dinámico de la economía argentina, aseguraron en el comunicado que ya circula en medios y redes sociales.
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