BALANCE 2018 – Desde la Cámara de Comercio e Industria remarcaron que fue un año difícil por la caída del consumo en el marco de la crisis económica que afecta al país, y que recrudeció en la segunda mitad del año a partir de la devaluación.
Para el campo, que los resultados productivos fueron buenos aunque esos resultados no tuvieron una correlación directa en la rentabilidad, la cual se vio afectada por el atraso de los precios y las retenciones que volvió a aplicar el gobierno nacional.
El 2018 cierra con un balance mayormente negativo para los principales sectores económicos de la provincia que sintieron los efectos de la devaluación y la recesión económica. Tanto el comercio, en su rol de mayor generador de empleo, como el campo, que impulsa la economía a partir del ingreso de divisas, experimentaron una importante caída en los márgenes de rentabilidad.
Consultados por Dossier Empresario, referentes de ambos sectores consideraron que el 2018 fue un año de números complicados y que si bien esperan un reacomodamiento en sus actividades para el 2019 admiten que los próximos meses serán todavía duros.
El vicepresidente de la Cámara de Comercio, Jorge Vian, señaló la situación del sector es muy complicada. Salta, dijo, no está exentos de la situación que vive el país en general. “Tenemos cierre de comercios y hay gente que no está pudiendo hacer frente a las obligaciones tributarias. En general, los propietarios de los comercios en toda la provincia están complicados con el pago de sueldos y aguinaldos”, indicó.
De acuerdo a un informe del Instituto de Trabajo y Economía de la Fundación Germán Abdala, el consumo masivo, a nivel nacional, cayó 9,6 por ciento en noviembre, respecto del mismo mes del año pasado, registrando así así su sexto descenso consecutivo. La serie sin estacionalidad arrojó una caída de 3,3 por ciento mensual en noviembre.
“De esta manera el consumo continúa débil, afectado por la caída de los ingresos reales y las altas tasas de interés”, dice el informe económico.
Por su parte, de acuerdo a la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), las ventas minoristas se desplomaron un 15,6 por ciento y cerca de un 85 por ciento de los comercios registraron una baja en sus ventas. “En particular, esta caída es la más profunda del indicador desde que hay registros en 1998”, asegura el informe.
En este contexto, Vian resaltó el trabajo que realiza la Cámara de Comercio junto al Gobierno y entidades bancarias para impulsar la actividad ante la caída del consumo. “Desde la cámara tratamos de seguir brindando las herramientas para facilitar la tarea de captar clientes a partir de facilidades en las compras con tarjetas de crédito y el convenio que se hizo con la Provincia y el Banco Macro para comprar en cuotas sin interés”, explicó.
“Nosotros nos hemos mantenido gracias al apoyo, y lo debo destacar, del Gobierno de la provincia y el Banco Macro, que mantuvieron las promociones para las Fiestas”. De ese esfuerzo participaron además entidades como el Banco Nación, MasVentas y SuCrédito, “entidades que nos han ayudado tanto en la preparación y el inicio del BlacKFriday, como en la facilitación de planes de pago con tarjetas de crédito sin intereses, lo cual ha movilizado un poco la situación comercial”. De no ser por este tipo de promociones, admite Vian, los comerciantes habríamos tenido “un año negro”.
Luego de que las ventas minoristas registraron la mayor caída de 2018 en noviembre, con un descenso del 15,6 por ciento, desde Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) pidieron el relanzamiento del plan Ahora 12 sin interés y a tasas diferenciales para las pymes y una reforma laboral sancionada por el Congreso para 2019, que baje la presión de las contribuciones patronales.
La entidad que agrupa a las pequeñas y medianas empresas indicó que el 83,3 por ciento de los negocios contabilizan bajas anuales y acumulan once meses consecutivos de ventas en baja con un promedio anual de -5,8 por ciento. Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), las ventas en shoppings cayeron 15,1 por ciento en septiembre -últimos datos oficiales disponibles- a precios constantes, sin tener en cuenta la inflación, mientras en los supermercados bajaron 7,9 por ciento. Ambos indicadores, claves para medir la marcha del consumo, mostraron así tres meses consecutivos de descenso en ventas, en un escenario de recesión consolidada en el país.
En los shoppings, las ventas alcanzaron en el noveno mes del año los $5.749 millones, mientras en supermercados llegaron a $24.307 millones. No obstante, si se toman los primeros nueve meses del año, las ventas en shoppings llegaron a $36.449,5 millones, lo que todavía representa una suba acumulada del 3,1%, a pesar de la caída en los últimos tres meses.
A principios de mes, la Cámara de Comercio e Industria de Salta reunió en su sede de calle España a una veintena de cámaras empresariales de toda la provincia. Vian destacó la importancia de poderse reunir en un encuentro intercámara con más de 20 instituciones. En el encuentro, los referentes comerciales de toda la provincia advirtieron que la situación es insostenible, casi de quebranto. Anticiparon que si no se logra un viraje en cuanto a las políticas para el sector habrá cierres masivos de pequeñas y medianas empresas.
Identificaron, como ejes de los problemas del sector, a la enorme presión impositiva, la estanflación, las altas tarifas de servicios, la dolarización de la economía e los innumerables obstáculos y trabas de los organismos, que son, a juicio de éstos, los que deberían allanarle el camino para la recuperación de la actividad. “Hablar de los problemas ayuda a encontrar las coincidencias y encaminar las posibles soluciones y eso es lo que se buscó con esta convocatoria”, destacó Vian.
AL CAMPO LE FUE UN POCO MEJOR
El presidente de la Sociedad Rural Salteña, Lucas Elizalde, consideró que “el año fue muy positivo desde el punto de vista productivo y que, desde el punto de vista económico, fue bueno para algunas actividades y malo para otras”.
Elizalde explicó que la ganadería tuvo un año productivamente bueno, a partir de un verano bueno, con buenas pasturas, con buenos índices de preñez y de destete. “Fue un año en general razonable, estuvo movido al principio con alguna tensión fuerte de hacer negocios de invernada, de recría, empezó bien y después se fue, en el transcurso del año, empeorando por varias razones”.
El dirigente ruralista señaló como una de esas razones a la devaluación de principios de año. “la devaluación pegó muy fuerte, encareció el costo de muchos de los productos”. Los precios, por su parte, nunca se ajustaron al tipo de cambio y luego la sequía que hubo en el sur del país generó una sobreoferta de hacienda, lo que hizo que el precio de la carne ni siquiera acompañe a la inflación”.
Si bien el esquema productivo, desde el punto de vista de los resultados productivos, anduvo bien, esa situación no se reflejó en el precio, indicó Elizalde. “De hecho, el precio de la carne fue lo que menos se actualizó, ni siquiera subió al ritmo del resto de la inflación”. El titular de la Sociedad Rural consideró sin embargo que hoy “estamos parados en una situación productivamente buena” ya que las lluvias tempranas han beneficiado la situación de las pasturas y las forrajeras y se está esperando una proyección de buenos precios.
La realidad, sin embargo, destacó, es que hoy el negocio económicamente es muy justo. “El feedlot tiene un resultado negativo a causa de los costos del país, el bajo precio del novillo gordo y una serie de cuestiones que hacen que el negocio no esté del todo bien”. Indicó que “algo parecido le pasa al negocio de las carnes de cerdo. “Los ajustes de los precios se han dado por debajo de la inflación y, en el mejor de los casos, han seguido, pero han tenido un incremento de costos mayores a raíz de la devaluación”.
El año de la agricultura
Respecto a la situación de la agricultura, Elizalde consideró que la agricultura extensiva haya sido quizás la más beneficiada ya que este fue un año “productivamente razonable”.
“En general, las lluvias han acompañado y si bien en la zona de Anta la cosecha de soja no fue buena desde el punto de vista productivo, sólo regular, la devaluación de alguna manera ayudó al productor a tener un año razonable”.
El sector, advirtió Elizalde, enfrenta este año un año de márgenes justos. “La devaluación ayuda momentáneamente pero el efecto se acaba porque los costos del agricultor también están dolarizados, y el agricultor se vuelve a enfrentar a una situación de márgenes bajos. Frente a esa situación, dijo, “no nos queda otra que lograr buenas productividades”.
El impacto de las retenciones
Las retenciones, a juicio de Elizalde, son una de las causales de la “quita de rentabilidad final”. Si se analiza el tema producto por producto, dijo, para la soja hoy se debería proyectar una retención menor al 18 por ciento. Sin embargo, explicó, se va a cosechar con una retención cercana al 28 por ciento. ”con esos 10 puntos de golpe, ante un rendimiento de 2.500 kilos por hectárea, estamos hablando de 80 dólares por cada hectárea”. Cuando esos números se los lleva al poroto, la retención le quita al productor 50 o 60 dólares por tonelada, agregó. “Estamos hablando de 80 a 100 dólares por hectárea, según el rendimiento”.
Las retenciones, reiteró, tienen un impacto muy fuerte en la rentabilidad. “Se trata de un efecto de menor precio al productor, lo que automáticamente obliga a mejorar su productividad para lograr el rinde de equilibrio. Es un problema serio”.
PERSPECTIVAS PARA EL AÑO QUE VIENE
El vicepresidente de la Cámara de Comercio e Industria de Salta, Jorge Vian, aseguró que a pesar de la situación en la que se encuentra hoy el sector, los comerciantes quieren ser optimistas. “Lamentablemente estamos viviendo una situación difícil y si bien la inflación aparentemente ha bajado un poco, la realidad es que vamos a tener un primer semestre de 2019 con alguna tormenta financiera”. A pesar de todo, dijo, el sector espera que se reactive el comercio.
“Lo que anhelamos desde este sector es que se reactive la situación comercial para beneficio de todos. Es triste ver negocios cerrados o despidos de empleados”. El comercio, recordó, es indudablemente el mayor generador de mano de obra. “Hoy el Estado no puede hacer frente a toda esa masa que queda fuera del circuito cuando se cierran comercios”.
Si bien se han registrado cierres en el microcentro, destacó, se han abierto otros “hacia afuera, en calles aledañas, en el macrocentro”. En el balance, sin embargo, la cantidad de comercios que han cerrado es más alta, sentenció.
En cuanto al campo, el titular de la Rural Salteña, Lucas Elizalde, indicó que, para la campaña 2018/19, que ya se inició con hectáreas de soja, maíz, sésamo y poroto, la expectativa es de regular a mala. “Tenemos que tener muy buenos rendimientos para que los resultados económicos sean buenos”, afirmó. “Difícilmente tengamos resultados económicos muy buenos porque, para tener esos resultados, tendríamos que tener rendimientos productivos y precios muy buenos. Y los precios muy buenos no están porque los precios de las commodities en el mundo están bajos y, encima, aquí tenemos retenciones, lo que hace que aquí estén más bajos todavía”.
“Necesitamos tener resultados productivos de buenos a muy buenos para tener resultados regulares a buenos”, concluyó.