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Premian al mejor sommelier

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La Asociación Argentina de Sommeliers anunció que el ganador de la próxima edición del Concurso Vino Argentino, Un buen vino, además del título de "Mejor Sommelier de la Argentina 2008", recibirá un premio adicional de 3.000 dólares en efectivo.

El concurso se realizará el 11 de agosto en el Four Seasons Hotel Buenos Aires y ya está dando mucho que hablar, pues quien allí resulte ganador o ganadora será proclamado Mejor Sommelier de la Argentina 2008 y se convertirá en el candidato a representar a nuestro país en el primer Concurso Mejor Sommelier Panamericano, que organizará la Alianza Panamericana de Sommeliers (APAS) en 2009. 

También será invitado a catar en la próxima edición del Argentina Wine Awards junto a periodistas extranjeros, y se convertirá en el primer precandidato para el Concours Meilleur Sommelier du Monde, que se realizará en Chile en 2010 bajo la dirección de la Association de la Sommellerie Internationale (ASI), además de acceder a otros importantes premios.

Hoy, sin embargo, se anunció un nuevo y espectacular premio: la empresa Barena Sudamérica, dedicada a la comercialización de barricas regeneradas naturalmente y en proceso de desembarcar en la región cuyana, y la casa de Champagne Boërl & Kroff, ambas propiedad de la familia Sabaté, han decidido reconocer al Mejor Sommelier de la Argentina 2008 con una recompensa de 3000 dólares en efectivo.

“Este premio es muy importante para nosotros. En particular, porque viene de un amigo de muchos años, un verdadero pionero en la promoción del sommelier y un enamorado del Malbec, y simboliza el reconocimiento creciente de la industria vitivinícola a la función del sommelier”, sostuvo Andrés Rosberg, presidente de la AAS.

Georges Sabaté, fundador y director de Barena Sudamérica y empresario de larga trayectoria en el sector, explicó que es “un pequeño reconocimiento a la figura del sommelier en general, y una devolución de lo invertido a lo largo de años a quien gane esta competencia en particular; sabemos cuánto cuesta superar la dura formación académica y práctica del sommelier, acceder a catar vinos de todo el mundo, trabajar por las noches, los feriados y durante las fiestas. La figura del sommelier –continuó- es vital en el crecimiento de los vinos y la gastronomía de un país; es preciso estimular fuertemente su crecimiento.” 


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