De qué hablamos cuando hablamos de Presupuesto con Perspectiva de Género?
Lejos de entrar en la grieta del feminismo radical, un presupuesto con Perspectiva de Género es una herramienta que busca garantizar los derechos de las mujeres a reducir las brechas y desigualdades de género. Se aplica en el país desde el año pasado y lo tendrá Salta a partir de 2023.
Que las mujeres reciben menores remuneraciones que los hombres por igual trabajo y que además realizan en casa tres cuartas partes de las tareas domésticas y de cuidado no remunerado, que representan en promedio 6,4 horas diarias, enfrentando como consecuencia mayores niveles de informalidad laboral, es una realidad que en pleno siglo XXI sigue siendo tristemente indiscutible.
Pero ¿qué es lo que se está haciendo desde la economía y la política para tratar de cambiar esa situación?
Según UnWomen.org, organización de las Naciones Unidas dedicada a promover la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres; una de las acciones que pueden hacer los gobiernos es garantizar la independencia económica de las mujeres permitiendo el acceso y el control sobre ingresos periódicos, seguros y a largo plazo.
Partiendo de esa premisa fue que el año pasado el país ejecutó su primer Presupuesto con Perspectiva de Género (PPG), como herramienta de transformación para cerrar brechas de desigualdad. Ello implicó organizar el presupuesto de manera de orientar políticas públicas para cerrar brechas de género que pueden estar relacionadas a los ingresos, al ámbito laboral, al tiempo y cuidado, a la salud, a la autonomía física y a la erradicación de violencia. como uno de los objetivos centrales.
El mismo implicó identificar 55 actividades de 22 organismos de 14 ministerios que inciden en cerrar brechas de género. El presupuesto asignado a este conjunto de políticas ascendió a $1,3 billones, lo cual representó el 15,2% del presupuesto total y un 3,4% del Producto Interno Bruto.
El PPG llega a Salta
Esa iniciativa fue extendiéndose a la esfera de las provincias por intermedio de la Mesa Federal de Políticas Económicas con Perspectiva de Género, creada en 2020 y es así como hoy Salta aspira a incorporar el PPG dentro de su Presupuesto General 2023, en una tarea que llevan adelante el Ministerio de Economía en coordinación con instituciones como el Instituto de Investigaciones Económicas de la UNSa.
Hoy por hoy los sectores que se consideran estratégicos para el desarrollo económico se encuentran fuertemente masculinizados, como la construcción, donde los varones son el 96,9%; la industria manufacturera, el 67%; las actividades primarias, el 87,6%; el transporte, el 87,4% y el sector energético, con el 90,7%. En estos rubros, las mujeres son minoría.
Los presupuestos son herramientas de gobierno, control y programación económica. A través de ellos el Estado define el nivel y composición de la inversión pública, así como la demanda de recursos necesarios para la economía y el financiamiento de sus actividades. Un presupuesto con enfoque de género es aquel que busca promover la igualdad de género, teniendo en cuenta las diferencias que se observan en el acceso a derechos.
Es por ello que incorporar la perspectiva de género a la formulación del presupuesto tiende a garantizar derechos y reducir las brechas y desigualdades de género.
El análisis del presupuesto con perspectiva de género no es simplemente una diferenciación de los recursos destinados a varones y mujeres o la generación de presupuestos destinados sólo a mujeres, ni de contraposiciones conflictivas entre el presupuesto para varones y mujeres, sino que es un enfoque que debe aplicarse de manera transversal en todo el ciclo, para asegurar que haya suficiente conciencia de género en todas las políticas y presupuestos de todos los organismos del Estado.
Sin dudas el camino para revertir las históricas desigualdades es largo, pero en Salta ya comenzó a ser desandado.
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