Pocos días después de estrenar el año nuevo, comienza la batalla por el dominio de los celulares con Internet. La semana pasada Google lanzó el Nexus One, en un intento por destronar al iPhone de Apple. A fines de mes, Apple responderá con el lanzamiento de su nueva computadora tablet, un dispositivo que aparentemente aprovecha lo mejor del iPhone y el MacBook.
Hasta ahora, Apple y Google coexistían pacíficamente, compartiendo dos asientos en sus respectivos directorios. No obstante, la rivalidad por superar la nueva frontera de Internet entre la cuarta y la quinta empresas de Estados Unidos, que rondan ambas los u$s 200.000 millones por capitalización de mercado, es cada día mayor.
La competencia no es sólo entre dos empresas, sino que se traduce en dos estrategias de negocio distintas. Por una parte, Apple, que se caracteriza por su hermetismo y, por otra, Google, más partidario de mantener su sistema operativo y su software abiertos.
“En el corto plazo, un sistema cerrado y bien gestionado puede ofrecer productos con un buen diseño, el iPod y el iPhone son los ejemplos más evidentes de esta estrategia, aunque la innovación de un sistema cerrado tiende a ser gradual, en el mejor de los casos”, opinó Jonathan Rosenberg, ejecutivo de Google. Aun así, Apple no es tan hermético como Google quiere dar a entender, ni el buscador es tan abierto.
Google defiende sus intereses con la misma fuerza con la que lo hace Apple. Las dos empresas intentan sacar el máximo partido a sus ingresos. El software operativo Android, que Google utiliza para el Nexus One y otros “teléfonos de Google” es, a diferencia del OS X, de Apple y el Windows, de Microsoft, un sistema de código abierto. No obstante, su tecnología de publicidad en los motores de búsqueda se guarda con tanto celo como la receta de la Coca-Cola. Rosenberg justifica esta reserva asegurando que compartir el código de búsquedas con sus competidores afectaría negativamente a los usuarios. “No creo que haya nada de malo en mantener unos pocos secretos; la mayoría de las empresas lo hacen y nadie les acusa por ello”, agregó Rosenberg.
Como asegura Chris Dixon, un empresario del sector, Google tiene un software de código abierto para que los consumidores disfruten de una tecnología más económica que acerque a más personas a sus fórmulas publicitarias, ya sea desde un computador o desde un celular. La importancia del Nexus One no está en el teléfono, sino en su software de código abierto, y en el modelo de venta directa de Google.
Apple perdió terreno frente a Microsoft en los ’80 por no captar a tiempo este concepto de apertura. Esto plantea la pregunta de si ocurrirá lo mismo en el caso de los celulares cuando Google colabore con Microsoft y Apple siga fiel a su modelo de negocio.
Se desconoce hasta qué punto Apple ha aprendido de sus errores pasados. En el caso de iPhone, Apple no ha aplicado una estrategia tan hermética como en ocasiones anteriores; de hecho la empresa abrió el App Store a otros fabricantes de software y a otros fabricantes de software y la experiencia ha sido satisfactoria. Apple reveló la semana pasada que los usuarios de iPhone y iPod ya han descargado 3.000 millones de aplicaciones.








