En la conclusión de la semana de la Industria, la presidenta de la Unión Industrial Salteña, Paula Bibini, reflexionó junto a DossierWeb acerca de la situación real del sector. En medio de la tormenta del Covid 19, los industriales tienen que apelar a un recurso muy personal: el corazón.
La empresaria y quien tuviera un paso destacado por la función pública, Paula Bibini fue electa por sus pares de la UIS para conducir los destinos de la entidad en medio de una de las más inesperadas situaciones. La pandemia que pone en jaque al mundo, condicionó a la producción salteña, que se adaptó y busca reactivarse. Esta semana, en que se festejó el Día de la Industria, los medios y la sociedad, volvieron sus ojos hacia los empresarios y la producción.
“Nos encontramos en medio de una crisis sin precedentes, desde lo sanitario, lo económico, lo político y social. Y mientras transitamos su etapa más crítica, no podemos bajar los brazos, sino que es hora de redoblar los esfuerzos para salir adelante”, reflexiona Bibini en el final de la semana de la Industria.
– ¿Son efectivas las medidas que se toman desde el Estado en apoyo a la actividad productiva privada en el marco de la pandemia? ¿Cuáles serían necesarias para la región?
– Bueno, principalmente el gobierno acaba de renegociar la deuda externa con éxito y tenemos la expectativa de que se haga el anuncio de un plan o de un paquete de medidas que en lo inmediato tienda a la reactivación económica. Hubo algunos anuncios de manera parcial desde el Ministerio de Desarrollo Productivo, pero la región tiene la necesidad concreta de poner en marcha líneas de financiamiento para la pequeña y mediana industria. El BID propuso un préstamo de 500 millones de dólares destinados a mejorar la calidad del trabajo, proyectos de inversión y a acomodar pasivos. Pero hay muchas Pymes que en este contexto necesitan un impulso para lograr apoyo financiero ya que no califican dentro del sistema, que exige un aval para acceder a un crédito. Este es un pedido que ya vinieron haciendo las uniones industriales y se está trabajando en cooperación con los gobiernos provinciales para garantizar la viabilidad de este tipo de proyectos. Está la pretensión también de poner en valor las economías regionales, tomando a la crisis como una oportunidad para revalorizar el interior de la Argentina. Una oportunidad que permita desarrollar zonas alejadas de los puertos. Para que esto se concrete, es necesario un cambio estructural urgente, con inversiones que permitan crecer y generar riquezas.
– ¿Se pidió algún trato impositivo especial que ayude a oxigenar la actividad productiva?
-La presión impositiva provincial a partir del Pacto Fiscal del 2017-18, no ayudó en absoluto a la reactivación. Una medida que se creó para atender la coyuntura financiera del Estado, ejerciendo más presión a la producción. Este tipo de medidas donde hay tanta carga impositiva, no son de ninguna manera una ayuda. Hemos conversado con autoridades nacionales para que se considere bajar estos impuestos. Hoy el Estado provincial está imposibilitado de aplicar algo así debido al alto costo del gasto público para atender cuestiones sanitarias. Pero desde la producción no podemos seguir pagando todo el gasto. Desde el sector privado se necesita motorizar la economía con otro tipo de mirada. A todo esto se suma la falta de un anuncio o medida concreta desde el Estado nacional. Tengamos en cuenta que Argentina trabaja sin presupuesto aprobado, algo de lo que nuestros legisladores deberán ocuparse de inmediato. Tampoco el presupuesto provincial está aprobado. Es como un barco a la deriva que busca solucionar lo urgente y no lo importante, como la generación de mano de obra y la reactivación económica.
– La explotación del litio, esencial en el cambio tecnológico, ¿impulsará la exportación de producción salteña?
– A nivel regional y local fundamentalmente las exportación es sólo de índole agrícola. Salta no ha dado el paso concreto de exportar productos industrializados. Excepto a escala pequeña, como pasa con la industria vitivinícola. Respecto a la actividad minera, si bien hay muchos proyectos de exploración en etapa avanzada y algunas plantas pilotos cerca de lugares de extracción, el mercado exportador de litio está atado a un proceso industrialización del que la provincia carece. Por eso el gobierno provincial está exigiendo que el proceso se haga en nuestro territorio. En Salta contamos con infinidad recursos naturales, pero necesitamos la puesta en valor en origen. Tenemos que darle una oportunidad a personas que viven en el interior de la provincia. En este contexto nos encontramos con que la inversión en su mayoría es de capitales internacionales, lo que le imprime cierta demora a las actividades. Además, en el marco de la pandemia, la importación desde los grandes polos está desacelerada. Aún así, Argentina va a ser clave en el mercado del litio, por lo que vemos positivo el acuerdo entre Provincia y Nación para asfaltar el tramo de la Ruta 51 que permita sacar nuestros productos por Chile. Motorizado por la industria minera, se abre para toda la producción local una muy importante posibilidad exportadora.
-¿Cómo les fue a las industrias salteñas en el marco de la pandemia? ¿Cerraron o ampliaron sus ventas?
-En la UIS no hemos presenciado el cierre de ninguno de nuestros socios. Pero hay muchas otras empresas prestadoras de servicio o de reventa productos terminados que no han podido continuar. Obviamente solo hay que recorrer la provincia o la ciudad para advertir el parate comercial. Hoy tenemos una retracción productiva y económica que hace que la industria trabaje con un 50 % de capacidad. Así tampoco podemos hablar de un aumento de la producción, ni siquiera de servicios esenciales. Además se tuvo que encarar la reestructuración del trabajo a partir de pandemia, por lo que muchas empresas no cuentan con la totalidad de personal. A esto se le suma la falta de trabajadores capacitados y el flujo normal de materias primas.
-¿Cómo proyecta el industrial salteño la transición de la post pandemia?
-Estamos conversando, tratando de entender lo que viene en la post pandemia. Todavía la estamos atravesando, pero seguramente, después de una serie de medidas, de la mano soluciones sanitarias, como la vacuna, podamos pensar cómo continúa todo esto. Por supuesto que siempre la actividad industrial tiene que seguir adelante, no bajar los brazos, muchas veces readecuar la actividad, adaptándose a las circunstancias. Tenemos que seguir trabajando, tomando esta crisis como una oportunidad.
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