Expertos alertaron que el poder adquisitivo se redujo 15% en lo que va del año. Esto se da por la "moda" de pagar sumas fijas por parte de las empresas y por el impacto inflacionario Las cuentas que no cierran preocupan cada vez más a un segmento muy influyente en la dinámica de consumo, como es la clase media.
Diariamente ven cómo la “billetera se achica” y afecta su poder de compra, a tal punto que un billete de $100 hoy rinde como si fueran $85, o incluso menos, según el consenso entre los expertos.
Esta situación, que se arrastra desde 2008, hoy tiene dos condimentos que la potencian:
Por un lado, impactan de lleno las dificultades que atraviesan los empleados fuera de convenio, que no pueden acceder a los mismos niveles de aumentos salariales de aquellos que sí se encuentran bajo el paraguas sindical.
Por otra parte, influyen las características de la “nueva inflación”: el hecho de que la suba de precios afecte mucho más a los servicios que a los alimentos, termina dándole un golpe de gracia al bolsillo de la clase media, que justamente destina gran parte de sus ingresos a cubrir esas necesidades.
Este cóctel, termina generando un nocivo clima de incertidumbre y malestar. En diálogo con iProfesional.com, Guillermo Oliveto, CEO de CCR Group y presidente de la Asociación de Marketing Argentino, aseguró que “la clase media está enojada. Venía bien, más cómoda en perspectiva de consumo y otra vez está restringida”.
En este sentido, advirtió que si bien todos los consumidores se ven afectados por el nuevo escenario, este sector de la pirámide es, por naturaleza, el que más siente el impacto. “Miran hacia arriba, pero hoy se sienten más abajo”, aseguró el especialista.
En la misma línea, Daniel Vardé, Socio Líder de Consumo Masivo de Deloitte, destacó que “la clase media claramente viene perdiendo poder adquisitivo”, al asegurar que la caída del mismo, en lo que va del año, ya es superior al 15 por ciento.
El especialista enfatizó que, lejos de ser un efecto estacional, la erosión de la capacidad de compra es un flagelo que se instaló desde hace ya bastante tiempo, y que llevó a estos consumidores a dejar de planificar y sólo comprar de manera racional lo que hoy necesitan.
Los que más sufren el cóctel
Los expertos resaltaron que son los trabajadores fuera de convenio aquellos que más sufren el impacto de esta nueva realidad, marcada por las notables diferencias en los incrementos salariales.
Sucede que, tras haberse postergado muchas negociaciones colectivas, se instaló la “moda” de pagar sumas fijas, tal como diera cuenta iProfesional.com (para leer más, haga click aquí).
Estos incrementos no remunerativos -acordados por el gremio de la construcción, comercio y varias ramas industriales- alcanzan a un universo relativamente pequeño de la población económicamente activa -poco más de 3 millones de trabajadores en la primera mitad del año-.
Esto, según advierte Ernesto Kritz, director de SEL Consultores, contribuye a “achatar la pirámide social” y genera que “los que tienen sueldos más altos sean los más perjudicados”.
Para el resto de los trabajadores, que no están “protegidos” por el paraguas sindical -entre los que se encuentran jefes, supervisores, analistas, gerentes y directores- las subas acordadas no superaron el 12%, una cifra que no llega a compensar los incrementos de precios -que este año tendrán un piso del 15% pero que, para la clase media, alcanzaría incluso hasta el 20 por ciento-.
El achicamiento de la brecha entre unos trabajadores y otros es cada vez más notorio y contribuyó a romper aún más la equidad interna y de estructura salarial.
FUENTE: Infobae Profesional