La gestión de planeamiento urbano es un conjunto de herramientas para que la idea de ciudad proyectada en el Plan de Desarrollo Urbano Ambiental (PIDUA), se concrete en los próximos veinte años. El primer paso es la reformulación del sistema de planeamiento, lo que implica el rediseño y el fortalecimiento institucional del área de planeamiento municipal. El secretario de Planificación y Desarrollo de la Municipalidad, Emiliano Venier, destacó la labor del Concejo Deliberante que “al aprobar los Códigos de Edificación y de Planeamiento urbano nos dio modernas herramientas para la planificación de la ciudad que todos los salteños queremos para los próximos 20 años”.Al referirse a los puntos más importantes, Venier explicó que “el Código de Planeamiento define las zonas de la ciudad y los usos que se podrá dar a cada uno de estos espacios; un sistema de gestión de planeamiento a través del órgano técnico –cuyas atribuciones se encuentran perfectamente establecidas- y de un Comité Municipal de Desarrollo Urbano Ambiental –formado por instituciones de la sociedad civil, profesionales, funcionarios y concejales-, y finalmente brinda los instrumentos de la gestión (tales como la transferencia del potencial constructivo, el suelo creado y el fondo de desarrollo urbano)”. El Comité Municipal de Desarrollo Urbano Ambiental (COMDUA), es un órgano que se constituye en el control social de la implementación del Plan, con una gran amplitud de representación social que va a tener intervención en todas las decisiones claves que se tomen de aquí en adelante para el desarrollo urbanístico y territorial. Instrumentos de intervención en el suelo Un aspecto novedoso para Salta dentro de este modelo de gestión lo constituyen los instrumentos de intervención en el suelo que están destinados a resolver los conflictos urbanos mencionados anteriormente. Uno de los más críticos es el de la concentración de inversiones en el área central de la ciudad. Lo que plantea el Plan es precisamente su re-direccionamiento hacia los grandes vacíos urbanos y hacia las áreas que están identificadas como más receptivas para actividades de servicios e inversiones inmobiliarias. El re-direccionamiento se plantea lograr a través de un sistema de penalizaciones y estímulos que tiene que ver con escalas e indicadores urbanísticos de densidad, escalas de cesión de suelo para equipamiento urbano, escalas de tasas de construcción, diferencias en el régimen de estacionamiento, penalizaciones tributarias de especulación y estímulo de urbanización. Simultáneamente se implementarán instrumentos para que esta dinámica inmobiliaria genere recursos para que el municipio pueda invertir en infraestructura y en adquisición de suelo para vivienda social, a través de dos mecanismos: el Suelo Creado y la Transferencia de Potencial Constructivo. Estímulos para la preservación del patrimonio arquitectónico El Suelo Creado consiste en la posibilidad de manejar el rango en el Factor de Ocupación Total (FOT), es decir ya no tomarlo como un valor absoluto sino como un rango que puede utilizarse en su nivel más bajo de manera libre. Con este mecanismo los inversores o los constructores tienen por norma la posibilidad de usar hasta el rango inferior. Aquellos que quieran utilizar el rango superior lo podrán hacer a través de la compra de títulos de transferencia de potencial constructivo que pueden adquirirlo tanto a la municipalidad como a los poseedores particulares de esos títulos. Los recursos generados por el Estado a través de la venta de los títulos, conformarán el Fondo Urbanístico, que posteriormente los vuelca en infraestructura y en suelo para vivienda social. El mecanismo de Transferencia del Potencial Constructivo también permitirá dar un estímulo concreto a la preservación del patrimonio en el centro histórico. El fenómeno de construcción de edificios en el centro, se sustenta principalmente en la existencia de gran cantidad de casonas de 70, 80 o más años de antigüedad, que pierden su habitabilidad o terminan derrumbándose o siendo reemplazadas por este tipo de inversiones por el hecho de no tener estímulos a la preservación. Lo que se plantea es otorgar a los propietarios de los inmuebles patrimoniales, títulos de Transferencia de Potencial Constructivo, que les reconocen un valor a toda esa cantidad de metros cuadrados que podrían construir con indicadores urbanísticos de esos distritos y que no los pueden utilizar porque el Estado los obliga a preservar y a poner en valor. El Estado concede títulos a cambio de un compromiso formal de preservación y puesta en valor. Código de Edificación En relación al nuevo Código de Edificación, el secretario de Planificación y Desarrollo, Emiliano Venier destacó que “el principal logro de la nueva normativa es que su espíritu se basa fundamentalmente en la eliminación de barreras arquitectónicas urbanas para lograr una ciudad verdaderamente accesible para todos”. En este sentido explicó que se establecen mecanismos de construcción para los edificios públicos, para las obras particulares y para el desarrollo urbanístico de las próximas décadas, que permiten eliminar estas barreras. Este nuevo Código plantea también, la incorporación de materiales y técnicas constructivas modernas, así como la adecuación de las edificaciones y urbanizaciones actuales a la vida moderna.