Según datos del Consejo Mundial del Viaje y el Turismo (WWTC), el 10,4% de los fondos que se movilizan a nivel global pertenecen al mercado de viajes. Son 319 millones de empleos los que absorbe en el mundo, en tanto en Argentina, según datos del Ministerio de Turismo, implica USD 5400 millones anuales de exportaciones, conlleva $165.000 millones en el mercado interno y emplea a 1,1 millones de personas.
La Latin American Hotel & Tourism Investment Conferences (Sahic) asegura en sus informes que la presente es la caída más severa registrada en el último medio siglo. Se trata de una industria clave en la reactivación de la situación crítica mundial que se experimenta en términos económicos.
Mientras algunos escenarios donde la pandemia emergió primero se activan, el turismo se encuentra en una etapa de urgente necesidad de retomar esquemas previos porque de ello depende, ya no sólo la industria en sí misma, sino la supervivencia que un mundo entrelazado a supuesto para todos.
Australia y Nueva Zelanda, Italia y algunos de sus vecinos, República Checa, Eslovaquia y Croacia; Estonia, Letonia y Lituania; Grecia, Chipre e Israel son algunos de los núcleos activos que empezarán a viajar entre ellos, en un esquema nunca visto antes de fronteras abiertas más allá de los países, aunque cerradas a la mayoría. Esta novedad se ha dado en llamar “burbujas de viaje” o “corredores de corona”
Redes entre pocos
Aquellos países que ha superado el impacto del coronavirus, como Italia, o los que han visto cómo sus estrategias resultaron exitosas, como Israel, con algo más de 200 muertes en una población de alrededor de 9 millones de personas, o República Checa, que contabiliza menos de 300 muertes entre sus 10 millones de habitantes, ha decidido unirse entre ellos para permitir a sus habitantes la libre circulación entre algunos de ellos sin someterse a cuarentena en el destino.
Estonia, Letonia y Lituania ya abrieron sus fronteras para dar vida a la que se llama burbuja báltica. El primer ministro de Lituania, Saulius Skvernelis, indicó en la ocasión que se trata de “una oportunidad para que las empresas recomiencen y un rayo de esperanza para las personas de que la vida está volviendo a la normalidad”.
Australia y Nueva Zelanda son dos de los destinos elogiados a nivel mundial por su desenvolvimiento frente a la pandemia y fueron los primeros en crear una burbuja propia de viajes sin limitaciones. “Este es el lugar más obvio para que eso comience”, dijo el primer ministro australiano Scott Morrison. Aunque no está confirmado el inicio, se estima que no ocurrirá hasta agosto. Hoy, ambos países mantienen tienen restricciones nacionales, con requisito de cuarentena de 14 días para los visitantes internacionales.
“Nuestro enfoque principal en este momento es asegurarnos la administración del COVID-19 a nivel nacional hasta el punto en que podamos abrir fronteras con confianza -dijo la primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardernl-. No estoy dispuesta a poner en peligro la posición en la que está el país”. De hecho, Margy Osmond, copresidenta del Grupo Transfronterizo que asesora a Canberra y Wellington imagina que “en el peor de los casos la apertura se daría en agosto o septiembre, aunque espero que sea antes”.
Grecia, por ejemplo, genera el 18% de su PBI gracias al turismo. Leftheris Papageorgiou de Hellenic Adventures, esta alternativa de viajes restringida en una forma de ponerse en marcha. “Saber que los operadores turísticos llevarán a los israelíes a Grecia durante una o dos semanas a fines de julio y agosto es un comienzo. Aunque no creo que sea lo que las islas más populares necesitan para lograrlo”. Es precisamente con Israel y Chipre con quienes los helenos se encuentran negociando los términos de los acuerdos.
Para el especialista, la información clara de las normas de seguridad en las burbujas será clave para ganar viajeros. “Los viajeros analizarán sobre qué es seguro, pero eso dependerá tanto de cómo los gobiernos se manejan con la información que comparten, cuánta claridad hay y la estructura que crean para los visitantes y la industria”, dice.
Asia comienza
Cuestiones locales se han visto impactadas por los confinamiento. Así es habitual el traslados de malayos a diario que trabajan cruzando la frontera en Singapur gracias a los mejores sueldos de ese sitio y el bajo costo de vida de localidades como Johor Bahru, al sur de Malasia. Ambos países se encuentran trabajando para permitir el cruce diario de más de 25 mil personas que se encuentran en esa situación y que, de un lado son necesitados en sus puestos, y del otro no tienen otra forma de subsitencia.
La industria turística, según datos del foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) emplea a 57,5 millones de personas distribuidas en las 21 naciones que lo conforman.
China y Singapur fueron los pioneros en desarrollar esta tendencia. Ya algunos pasajeros “burbuja” hicieron sus primeros viajes. Para ello debieron estar respaldados por una entidad del estado o compañía que, previamente, hubiera solicitado autorización para esos traslados. Según el Ministerios de Comercio y Asuntos Exteriores de Singapur, “la aprobación significa que los residentes pueden viajar entre China y Singapur sin cuarentena en destino si dan negativo para el virus en dos testeos pagos diferentes”. El itinerario de cada viajero deberá estar preconfigurado y aprobado.
“Pasará mucho tiempo antes de que la vida vuelva a ser casi normal, pero estamos comenzando a ver algo de luz”, dijo el ministro de Transporte de Singapur, Khaw Boon Wan, en un comunicado personal en Facebook. “Sin embargo, los viajes recreativos tendrán que pasar a un segundo plano por ahora”, ya que los vuelos están momentáneamente limitados a temas oficiales o de negocios entre Singapur y seis ciudades en China: Shanghai, Guangdong, Tianjin, Chongqing, Jiangsu y Zhejiang. “En este tiempo estamos más íntimamente involucrados en el negocio de los clientes de salud locales”, dijo Rene Bach-Larsen, director gerente de la subregión del sudeste asiático en GEODIS, empresa de logística seleccionada para el traslado de bienes sanitarios aplicados a la pandemia. “Como un servicio esencial, seguimos acelerando su crecimiento, utilizando, por ejemplo, vuelos semanales especialmente programados “.
Beijing desarrolla planes para poder extender su espacio burbuja a Taiwán, Hong Kong, Macao y Corea del Sur, según fuentes de Asia Times. “Tenemos que mantenernos conectados con este mundo; nuestra supervivencia depende de esto”, dijo Gabriel Lim, Secretario Permanente de Comercio e Industria de Singapur. De hecho Taiwán podría convertirse en un gran motor. Es uno de los países más elogiados por su accionar frente al coronavirus, aún así las seis empresas de viajes más importantes de su economía que cotizan en bolsa hicieron saber que sus ingresos cayeron un 95% en los últimos dos meses.
Es precisamente Taiwán quien está desarrollando con la Universidad de Stanford un estudio sobre 500 pasajeros evaluados en San Francisco antes de volar a Taipei. Los voluntarios serán reevaluados luego de la cuarentena, de modo de detectar “la cantidad mínima de días que una persona que ya ha resultado negativa necesita ser aislada, ya que una prueba inicial podría no detectar una infección en sus primeras etapas -explicó Jason Wang- el profesor de medicina de Stanford que dirige el ensayo”. Así, los protocolos aún están en proceso.
El PBI de China se redujo en un 6,8% en el primer trimestre del año, el primer descenso en tres décadas. Singapur, en tanto, prevé una caída de entre el 4% y el 7% para este año, la peor en media centuria. “Nuestros miembros ven el valor de volver a encaminar sus economías -dijo Rebecca Fatima Santa Maria, Directora Ejecutiva de APEC-. No será como siempre, pero nadie dice que no quieren abrirse”.
Recelo en las fronteras
Aquellos países que siempre se encontraron en los bordes de las preferencias de los turistas hoy han activado sus acciones en virtud a su excelente control del COVID-19. La República Checa, por ejemplo, acaba de abrir sus fronteras a los residentes de países que considera en su mismo plano de situación frente al coronavirus: Croacia, Eslovaquia y Austria. Los tests negativos serán obligatorios, un punto que hasta los ciudadanos checos deben presentar al volver a su país.
Heathrow, el aeropuerto más grande del Reino Unido y fuerte hub de Europa, anunció mediante un comunicado que está trabajando en su propia burbuja, de tal modo de eliminar la cuarentana de 14 días que rige hoy para todos los que llegan. El objetivo va a ser delinear corredores que permitan la circulación entre localidades (ciudades y países) donde el riesgo es bajo, aunque mantendrán bloqueos sobre destinos con altos índices de contagio.
Boris Johnson y Emmanuel Macron (quien definió su plan como “entente touristique”), primer ministro del Reino Unido y presidente de Francia, respectivamente, trabajan en un plan donde compartan un espacio turístico común. “A fines de junio se anunciará un puente para permitir que los turistas viajen al extranjero sin entrar en el autoaislamiento cuando regresen -indicó el Secretario de Transporte, Grant Shapps-. No estaremos en condiciones de anunciar qué países, donde se implementan los acuerdos recíprocos, hasta el 29.
Mientras tanto, puertas adentro de la Zona Schengen de la UE, ya se han abierto esta semana los traslados. Las dificultades que enfrenta el Reino Unido cuaja bajo la idea de su deseo de realizar acuerdos bilaterales, mientras que países como Italia o España aspiran a una burbuja paneoropea.
Desde Latinoamérica la burbuja sigue siendo un globo de aire que vuela en la nueva microglobalización, que deja al margen al continente. Bien lejos.
Fuente: infobae.com