El plazo para ingresar al plan denominado acuerdo fiscal, que incluye los regímenes de moratoria impositiva y blanqueo de capitales, cerró ayer sin que el Gobierno resolviese instrumentar una prórroga, según confirmaron fuentes de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP). De esta forma, el organismo desestimó los pedidos de diferentes sectores privados y asociaciones de profesionales que habían solicitado una extensión de los plazos previstos. Uno de los argumentos de la AFIP era que una prórroga podría ser objetada por los organismos internacionales que combaten el lavado de dinero.
En cambio, quedó abierto hasta el 28 de enero el programa para la regularización laboral, que apunta a reducir la informalidad en el empleo mediante bonificaciones impositivas para los empleadores.
Los resultados definitivos del plan que se inició en marzo serán comunicados hoy por el jefe de la AFIP, Ricardo Echegaray, según señalaron fuentes del organismo.
En forma provisional, se estima que más de 175.000 contribuyentes ingresaron al programa, con un mayor interés (cerca del 60%) por la moratoria impositiva. De acuerdo con las primeras estimaciones de fuentes de la AFIP, el plan de repatriación de capitales fue un imán para operaciones inmobiliarias, dado que por esta vía se podía ingresar dinero tributando apenas el 1% de los fondos, contra un 35% que costaría realizarlo en las condiciones habituales.
Bajo el colchón
Se calcula que fuera del sistema -en el exterior, bajo el colchón o en cajas de seguridad sin declarar-existen unos US$ 150.000 millones (tres veces más que las reservas internacionales del país) y los estudios privados más optimistas calculan que podrían haberse recuperado con este blanqueo unos 10.000 millones.
Hasta la semana pasada, la AFIP había computado unos 140.000 contribuyentes, cifra que durante los últimos días se habría elevado en casi 40.000.
Uno de los motivos que se esgrimieron para requerir una postergación en los plazos fue el volumen de interesados que se presentaron sobre el cierre de las presentaciones. Incluso ayer -en que el plazo vencía a la medianoche-, distintas agencias de la AFIP continuaban atendiendo consultas y solicitudes, por lo cual los números provisionales podrían haberse superado.
El plan implementado por la AFIP permitió la regularización de deudas impositivas y previsionales no declaradas al 31 de diciembre de 2007. Diversos sectores empresariales reclamaron sin éxito que se incluyeran también las cargas de 2008.
"Es la última oportunidad que tienen los contribuyentes para ingresar en el acuerdo fiscal, ya que hemos detectado que, de cada diez personas que se acogieron al régimen, hay una que tiene algo que blanquear", dijo ayer Echegaray. Frente a los reclamos de prórroga, el administrador federal de Ingresos Públicos respondió: "Hay algunos sectores que no se organizaron a tiempo y se están quejando sólo por cuestiones operativas, pero las normas son claras".
FUENTE: La Nación