La primera subdirectora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Gita Gopinath, se reunió con el ministro de Economía, Luis Caputo, en el marco de su primera visita a la Argentina.
Gopinath se manifestó a través de la red social X donde escribió: “Encantada de estar en Buenos Aires, Tuve una discusión productiva con el Ministro Caputo, el gobernador Bausili y el jefe de Gabinete Posse, sobre los esfuerzos para restaurar la estabilidad macroeconómica, proteger a los vulnerables y fortalecer las perspectivas de crecimiento en Argentina”.
Las proyecciones del FMI para la economía de Javier Milei
Con el giro de fondos de comienzos de mes, el FMI expresó el respaldo al cambio de rumbo en la política económica implementada por el presidente Javier Milei, aunque advirtió que habrá una “estanflación”, recesión e inflación, a corto plazo.
En paralelo, el FMI estimó una inflación promedio del 230% y del 150% a fin de año, y una caída de la economía del 2,8%, en su última revisión de Perspectivas Económicas Mundiales, conocida a comienzos de mes.
El “plan motosierra” continúa en febrero
No obstante, “el plan motosierra sigue”, explicó a Ámbito el economista y director de Analytica Claudio Caprarulo. El economista sostiene que “hay que tener en cuenta que en febrero entra la actualización del Salario Mínimo Vital y Móvil que pega en los planes sociales, como el Potenciar Trabajo”.
Caprarulo consideró entonces que “va a subir el gasto social”, pero que además hay que tener en cuenta “que hay partidas del gasto que no se están ejecutando”. Algo de ello se explica en la reciente interna entre la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, y su par Luis Caputo, quien no le estaría liberando recursos.
Pero más allá de que con el resultado fiscal de enero el Gobierno ya tendría más que superada la meta acordada con el FMI, de un superávit de caja de $960.000 millones para el primer trimestre, el economista plantea que la administración de Javier Milei se maneja con metas más ambiciosas, tal vez, procurando llegar lo antes posible a una liberación de tipo de cambio y más aún, a un esquema bimonetario.