Los salteños al igual que los argentinos en general consumen, en promedio, cerca de 4,5 kilos de helados a lo largo de todo el año y tienden a pedir sabores diferentes a los tradicionales, pero enero pasará a la estadística, porque las
ventas experimentaron una baja con respecto del año anterior. Todo por culpa del clima.
Los hábitos de consumo de helado de los salteños están cambiando y el mercado apunta hacia la desestacionalidad del producto, aunque el verano sigue concentrando la mayor cantidad de ventas, según se advierte con la sola observación.
Sin embargo, esta temporada estival, que estuvo caracterizada por los días lluviosos y frescos mostró cierta diferencia con temporadas anteriores, ya que las ventas en esa actividad, bajaron un 30% en relación a igual paríodo de años anteriores.
De acuerdo a un relevamiento, realizado por Mensaje Empresario, entre las heladerías más tradicionales de Salta la falta de demanda actuó como un contrapeso inesperado, al punto que evitó que los precios se elevaran.
De lo conversado se desprende que los salteños, a la hora de elegir, se inclinan por las cremas, que significan el 70% de las ventas a los consumidores por encima de los gustos a los helados de agua, lo que llevó a que desde hace tres años se registrara una fuerte expansión en la producción de cremas heladas en general.
“El mercado se ha volcado en los últimos años hacia productos de mayor valor agregado; el consumidor requiere de productos más innovadores y sabores diferentes”, dijo una fuente responsable de una de las firmas. El mercado interno del helado factura 200 millones de pesos al año en el sector de heladerías artesanales y unos 600 millones a nivel industrial.
La tendencia es desarrollar productos más sofisticados y de mayor valor agregado, como los postres y tortas heladas. Esta misma también se aplica a los baldes y potes, en donde se busca generar novedosas combinaciones de gustos con agregados de salsas o frutas.
Entre los gustos de preferencia los porcentajes se reparten en partes iguales entre vainilla, granizado, cereza, dulce de leche y chocolate, con menores elecciones de los otros sabores.
De acuerdo a lo conversado con quienes lo fabrican en Salta, se advierte que el precio actual no responde a los valores que deberían corresponder, el que tendría que alcanzar, según las fuentes, $35 por kilo para que la rentabilidad permita un invierno holgado. Sin embargo los precios están muy por debajo de estos valores estimados.