Subas en los costos de la electricidad, peajes, prepagas y colegios se suman a los recientes retoques del ABL y las naftas, entre otros servicios que afectan el poder de compra.
Los aumentos planchan aún más el consumo que retrasa su recuperación
Luz, peajes, prepagas, colegios, ABL, patentes, naftas y la cuenta abrumadora continúa. Los aumentos de tarifas y servicios de enero y febrero desinflan los bolsillos de los consumidores. ¿Estos “tarifazos” pueden profundizar aún más la caída del consumo?
“Sin duda van a impactar. Se disminuye el ingreso disponible y muchos de esos bienes y servicios son inelásticos, no hay opción de reemplazarlos. La incidencia de la energía, a nivel general, sigue siendo baja pero ya no tanto. Forma parte de una corrección de precios relativos que había que hacer, pero por supuesto va a tener impacto en otros bienes”, señaló Soledad Pérez Duhalde, gerente de Análisis Económico de Abeceb. Así, los especialistas aseguran que la recuperación del consumo llegará recién en el segundo trimestre, luego del cierre de las negociaciones paritarias.
Ayer, el Ministerio de Energía anunció que las tarifas de luz costarán un 79% más (aproximadamente 35% en febrero y 34% en marzo). Un aumento que, apenas pasado un mes del comienzo del año, se suma a una ya larga lista. Comenzó en enero con las subas de los precios de las naftas (8%) y ABL (38%) y patentes (17%) en la Ciudad de Buenos Aires, que también duplicó el valor de la hora de los parquímetros. A partir de este mes, el combo se agranda con 6% en las cuotas de las empresas de medicina prepaga (que en 2016 aumentaron 38%); una suba promedio de 52% en los peajes en las autopistas de Buenos Aires se define este viernes y en otras autopistas. En marzo, el impacto vendrá por el lado de las cuotas de los colegios y el gasto de la vuelta a clases (los útiles ya cuestan un 25% que en 2016). Este año también habrá subas en el servicio de gas (que superaría el 100%) y de transporte. Y nuevos aumentos en prepagas, luz y naftas.
“Ya lo vivimos en 2016. Hay un reacomodamiento de la pauta de consumo. Vamos a ver una penetración un poco más alta de segundas marcas, que en la Argentina es todavía muy baja. Pero no habrá una inmediata recuperación del consumo en el primer trimestre”, advirtió Pérez Duhalde. Habrá que esperar el impacto las paritarias.
Aunque el gobierno de Mauricio Macri plantea una inflación de 17% para este año, en las últimas semanas, las consultoras privadas ya corrigieron sus estimaciones, con un 1,8% para enero y hasta un 2% para febrero, lo que ubica el porcentaje anual más cerca del 25%.
“La magnitud de los aumentos no es trivial pero no creo que nos haga cambiar el escenario proyectado”, señaló Nicolás Alonzo, economista de Orlando J. Ferreres & Asociados. “Si bien hay que afinar un poco todas las estimaciones de inflación para este año y el aumento de la electricidad fue más alto de lo esperado estimamos una recuperación del salario real para 2017, de entre 4% y 3,8%. Y un incremento del consumo privado de 3,6% para todo el año”, añadió. Según sus proyecciones, ya hay ciertos rebotes en el sector de construcción y en el agro.
Luz García Balcarce, de Ecolatina, coincide en que lo que ocurra con las negociaciones paritarias será definitorio para determinar el impacto final del incremento de las tarifas sobre el gasto de los consumidores para los trabajadores registrados, claro. “Ante las elecciones de medio término, creemos que uno de los objetivos del gobierno es que los salarios se ubiquen por encima del aumento general de precios, que haya una recomposición del poder de compra. El reciente aumento anunciado, si bien puede comprometer la meta de inflación fijada por el Banco Central, buscará ser compensado por el Ejecutivo. En los próximo meses se esperan incluso nuevos aumentos. Sin embargo, consideramos que el Gobierno no va a resignar la mejora del salario real”, consideró. Ecolatina prevé un aumento del consumo total levemente por debajo del 3% anual.
Por Ximena Casas, El Cronista