Alberto Fernández y su comitiva, compuesta por funcionarios nacionales, gobernadores y hasta intendentes, ya se encuentra en suelo moscovita, donde pasarán menos de un día antes de volar a China. Además de los motivos formales del viaje, como la inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno en Beijing, el Gobierno busca dar buenas noticias con el anuncio de proyectos financiados por los dos aliados del este.
Las carteras ministeriales resguardan cierto hermetismo sobre los borradores que se confirmarían en los próximos días. “Hay que ser muy prudentes porque es zona resbaladiza. Las expectativas son muy buenas y somos optimistas de poder traer una batería de propuestas muy, muy, muy interesantes”, sostuvo un funcionario.
Para eso, serán claves dos reuniones bilaterales. Por un lado, Fernández almorzó hoy a las 13 (horario Moscú) “un par de horas” con su par ruso, Vladimir Putin. Diversas fuentes mencionaron que este encuentro podría ser un puntapié para próximos proyectos en conjunto, aunque no hay planes avanzados que podrían derivar en un anuncio de infraestructura. Sin embargo, podría haber un entendimiento con el Fondo Ruso de Inversión Directa, el mismo organismo que financió la investigación y desarrollo de la Sputnik V para la compra de material rodante destinado a líneas ferroviarias de Buenos Aires. De firmarse, ocurriría apenas un mes después de la compra de 70 unidades eléctricas múltiples a una empresa rusa para la Línea San Martín, que no está electrificada.
Fuentes del Gobierno adelantaron que podría avanzarse en negociaciones respecto de inversiones rusas en Vaca Muerta, aunque de momento se ve lejano. Por ahora, Alberto Fernández no anunció novedades de ningún proyecto en conjunto.
En Rusia (y no en China) estará presente Martín Guzmán. La invitación se habría extendido en una reunión entre empresarios y banqueros rusos y funcionarios del Gobierno el 7 de diciembre. La presencia del ministro tendría que ver con una negociación clave. Se trata de un “fondo de resiliencia” que originalmente fue pensado para que países sin problemas de reservas puedan financiar a otros con menores ingresos a través de los derechos especiales de giro que recibieron del FMI en concepto de asistencia por la pandemia (todos los países recibieron montos en función de su participación societaria en el Fondo).
El Gobierno estaría abogando por incluir en el paquete a aquellos países con problemas de deuda, ya que si el criterio se estableciera por necesidad económica, la Argentina quedaría afuera por ser considerada de ingresos medios. De esta manera, se espera que China y Rusia puedan asistir al Banco Central para engrosar sus divisas y a Guzmán para poder hacer frente a los pagos al FMI que se anticipan en los próximos meses. “Da toda la sensación de que iría avanzando”, confía un alto funcionario.
Las oportunidades en China
Por otro lado, el encuentro de mayor expectativa para el Gobierno se dará el domingo, fecha en la que Fernández mantendrá una reunión con Xi Jinping. “China está más avanzado, hay una serie de acuerdos, borradores y firmas concretas que se vienen trabajando hace tiempo y están listos. Se prevé su aprobación”, deslizaron.
Los rubros son múltiples: infraestructura, ferrocarriles, electro-movilidad, litio, energía nuclear, Vaca Muerta y represas están en el menú de opciones. Sin embargo, en su mayoría, se trata de proyectos que fueron anunciados o comenzados en el gobierno de Cristina Kirchner, pero nunca se concretaron o arrancaron.
A fines de diciembre, del año pasado, Gustavo Beliz, secretario de Asuntos Estratégicos, y Santiago Cafiero, canciller, redactaron un documento que contenía 17 proyectos de infraestructura que buscaban financiar con fondos chinos. Uno de ellos fue confirmado por Axel Kicillof y se trata de la cuarta central nuclear del país, “Atucha III”, una obra que estaría en Zárate y costará cerca de US$8300 millones. El proyecto había sido anunciado en 2014, pero nunca se concretó.
Otro de los pedidos tiene que ver con el refinanciamiento de las represas “Presidente Néstor Carlos Kirchner” y “Gobernador Jorge Cepernic”, en Santa Cruz, que en 2013 obtuvieron un financiamiento chino por cerca de US$4700 millones. China debe reclamar el repago, que el Gobierno aún no puede cumplir debido a las demoras en la finalización de las represas. Buscarán pedir más fondos para terminarlas.
El documento enviado a Beijing detalló 15 proyectos más. En conjunto, de acuerdo con el Gobierno, sumarían más de US$30.000 millones en inversiones:
- Gasoductos
- Rehabilitación sistema de Ferrocarriles línea San Martín
- Rehabilitación sistema de Ferrocarriles línea Roca
- Rehabilitación línea de ferrocarriles Belgrano Cargas
- Plan modernización redes ferroviarias
- Material rodante para líneas de Buenos Aires
- Tratamiento de agua potable y acueductos
- Ampliación del Parque fotovoltaico Cauchari 4 y 5
- Dos puentes: Chaco-Corrientes y Santa Fe-Paraná
- Corredores viales
- Mejoras en fibra óptica
- Obras de transmisión y distribución eléctrica
- Polo Energético Zárate
- Programas de vivienda y hábitat
- Parque eólico Cerro Arauco
En tanto, China está detrás del “oro blanco”. Aunque no hay ningún proyecto concreto en la mesa, fuentes detallaron que la explotación del litio en el norte del país estará sobre la mesa de discusiones. Además, la empresa Chery podría confirmar la instalación de una planta de elaboración de autos eléctricos en Santa Fe.
Debido a las “restricciones del gobierno chino”, no estarán presentes periodistas argentinos en Beijing. Toda la información oficial sobre las negociaciones será brindada por Gabriela Cerruti, portavoz de la Presidencia, que está acompañando a Fernández en su gira.
Por: Camila Dolabjian
Fuente: La Nación
