La reforma laboral en Brasil
En ese sentido, según señala la Fundación Mediterránea, tras su reforma laboral de 2017, Brasil no solo redujo sus costos laborales, sino que también permitió disminuir la informalidad laboral, que pasó del 46% en 2016 al 39% en 2023.
“En particular, en los últimos años, los salarios en Argentina han mostrado una caída en términos de dólares, tanto oficiales como paralelos, reflejando la inflación interna y la devaluación del peso frente al dólar”, indica el estudio. Pero, con la revaluación de la moneda nacional, la cosa cambió.
La Mediterránea plantea que “el panorama más reciente muestra que, en noviembre de 2024, por cada $1.000 de costo laboral en Brasil, Argentina enfrenta $2.840”. “Esta brecha sigue creciendo, impulsada por la falta de reformas profundas y la desconexión entre el marco normativo y las necesidades del mercado”, sostiene el informe..
En ese sentido, señala que sería necesario “un esquema que permita a las microempresas quedar exentas de aplicar los convenios sectoriales y únicamente seguir la Ley de Contrato de Trabajo y el Salario Mínimo Vital y Móvil”. Eso, señala, “podría ser un primer paso”. “Además, ofrecer la posibilidad de desenganchar a las PyMEs de los convenios colectivos sectoriales para negociar directamente con sus empleados podría mejorar las condiciones laborales y su competitividad”, indica el estudio.
Los costos fiscales
Según señala Martín Berardi, presidente de la siderúrgica Ternium, “sin inflación, afloran problemas que antes no veíamos”. “Hay temas de tipo de cambio relativos. Brasil y México devaluaron, pero también hay un problema de costo estructural de la Argentina que de alguna manera hay que enfrentar”, señaló hace poco en un encuentro con empresas pyme.
En un comparativo de estructura fiscal que enfrentan las empresas en Argentina, Brasil y México, el directivo señala que “los impuestos a las Ganancias son parecidos, las cargas sociales son un poco más altas en Brasil, pero tienen seguro de desempleo”.
Los impuestos que juegan en contra
“Hay tres impuestos: tasas municipales, débitos y créditos bancarios e Ingresos brutos, que para nosotros en 2024 significaron u$s66 millones y u$s91 millones en 2023, aproximadamente el 3% de la facturación. Para una empresa que tiene entre 8% y 10% de utilidad es entre el 30% y el 40%”, detalló Berardi.
En ese sentido, indicó que “la diferencia con Brasil y México es que los otros impuestos funcionan como un Impuesto al Valor Agregado (IVA) y, por lo tanto, no castigan a la producción de manera que no generan diferencias entre el que produce localmente y el que importa”.
Fuente: Ámbito